El pacto traidor con Odebrecht

Resulta ofensivo, incluso delincuencial, que autoridades supuestamente encargadas de investigar la megacorrupción del affaire Lava Jato -no a título propio, sino en nombre suyo, amable lector, como integrante del Estado peruano- como son estos presumidos fiscales Vela Barba y Pérez Gómez -que se creen unas prima donas-, sigan burlándose de nosotros llevándonos como borregos de las narices a través de ese sainete que tan bien representan llamado lucha contra la corrupción.Si viviésemos en democracia y las instituciones del Estado funcionaran como manda la Constitución y las autoridades se atuvieran estrictamente al Estado de Derecho, jamás ocurriría que estos petulantes, que juegan a ser fiscales, manejasen un asunto gravísimo para el Perú donde los enemigos son nada menos que Odebrecht y su consorciada, Graña y Montero, que sobreviven acostumbradas a salir con la suya corrompiendo a quienes tengan por delante. Ninguno de estos dos fiscales tiene las calificaciones necesarias. Cuando menos refiriéndonos a contar con experimentadas competencias profesionales, y asimismo, una comprobada estabilidad emocional; aunque también premunidos de constatada solidez intelectual.

Sin lugar a duda, el currículo de estos dos personajes no refleja aquellos presupuestos. Y para lidiar con delincuentes del calibre de Odebrecht -quizá una de las empresas más corrompidas y corruptoras del planeta- y sus consorciadas peruanas, definitivamente hacen falta estas tres condiciones verificadas a través de la experiencia previa de quien va a enfrentárseles a nombre del Estado peruano. Y, sin caer en la injuria, es evidente que ni Vela Barba ni Pérez Gómez han mostrado plenamente al país haber procesado un solo caso de la magnitud del affaire Lava Jato, exhibiendo los postulados señalados. Consecuentemente, para investigar a una macro organización siniestra y mafiosa como Odebrecht, resulta incluso risible ponerle al frente a dos calichines habituados a encarar a pichiruches sin la dimensión para investigar a esta constructora brasileña. El resultado está a la vista. ¡Estos fiscales nunca han investigado! Lo único que han hecho en tres años es que Barata y sus secuaces brasileños confirmen algo que ya era de dominio público. Los famosos codinomes -más claramente alias, apodos, motes, sobrenombres- de las autoridades peruanas untadas por Odebrecht alrededor del proyecto Gasoducto del Sur. Pero sucede que previamente esto ya lo había investigado y difundido el portal ecuatoriano La Posta.

Dicho sea de paso, al momento de tal difusión Odebrecht había formalizado un pacto traidor elaborado en connivencia con Vela Barba y Pérez Gómez, suscribiéndolo en representación suya, amable lector. A mérito de ese acuerdo fariseo, ambos fiscales concedieron todo lo que exigiera Odebrecht, eximiéndola de procesos penales y civiles. Sus dueños y funcionarios jamás serán procesados ni condenados a prisión, como merecen, ni pagarán indemnización, multa o lo que fuere, a cambio de decir la verdad. Pero el portal La Posta demostró que ¡Odebrecht mintió! asegurando que no sobornó por el Gasoducto, cuando sí lo hizo. Por tanto, el pacto de marras debió ser denunciado y cancelado. No obstante, Vela Barba, Pérez Gómez, la prensa corrupta y el gobierno golpista han decidido que siga adelante.