El odio a Keiko, Sendero llegó al Congreso
El odio a Keiko es visceral, primitivo. Está metido en la piel incluso de quienes no vivieron el periodo de Alberto Fujimori. Pero, oh descubrimiento, son los padres de estos jóvenes quienes les inocularon en la mamadera que la ‘China’ es el demonio mayor. La prensa adicta a los regímenes de Humala, PPK, Vizcarra y Sagasti le achacó corrupción, la vinculó malamente –como a Alan García– con el narcotráfico sin pruebas, la masacró.
El repudio a Keiko es tan pasional como irracional. Le imputan robos imposibles porque nunca fue gobierno. La acusan, sin poder probarlo, de obstruccionismo contra PPK desde el Congreso. Sin embargo un Premier declaró que no hubo tal.
Humala fue hombre de Odebrecht, fácilmente la justicia lo condenará, aunque no levanta tanta inquina, pese a su ridículo resultado electoral. PPK cayó por sus vínculos con Odebrecht, pero se responsabiliza a la ‘China’, sus odiadores sostienen que debió terminar su mandato. Vizcarra, gran y antiguo caco, nos condenó a morir en la pandemia, traficó oxígeno y vacunas. No es repudiado como Keiko. Ella estuvo 18 meses en prisión preventiva sin pruebas ni sustento. Una verdadera persecución política. El sucesor del narco ‘Caracol’, acusado de múltiples asesinatos y de integrar una organización criminal, tuvo siempre prisión domiciliaria. ¡Plof!
Resulta que Keiko pasó a la segunda vuelta, pese a las abusivas restricciones judiciales. Ahora debemos decidir entre ella y el radical Castillo, vinculado a Sendero, aunque lo niegue balbuceantemente. No hay forma de ponerse de lado y no votar o viciar la cédula El sector que la alucina considera que elegir es vejatorio para ellos. Eso no es democrático. Sus candidatos perdieron, así su hígado no lo procese.
Castillo se reveló como un profesor mentiroso. Ahora anuncia que su mentor –quien le dio el partido, de quien dijo que era el organizador y que coordinaría con él– está fuera de la campaña. “Perú Libre soy yo”. Cosa que nadie le cree. Engaño táctico para ingenuos o sonsos. Al mejor estilo senderista evadirá a la prensa, no dará la cara ni responderá interrogantes fundamentales.
Sendero llegó al Congreso, hay por lo menos cuatro parlamentarios vinculados al terrorismo, probablemente son más. La democracia boba del Perú. No se entiende que les das un pequeñísimo espacio y lo multiplican. Engañan a discreción. Con 37 parlamentarios, esa bancada será de grita y guerra. El debate será estéril. Buscarán imponer la Constituyente y se perpetuarán en el poder.
Castillo farfulla incoherencias cuando le preguntan cómo afrontará la pandemia. Paradójicamente, el miedo y la indignación de la gente resultaron siendo un aliado electoral. Su propuesta de repartir todo es ridícula e inviable. Indigna que ciertos medios no presenten sus desastrosas respuestas en redes, reveladoras de quién es verdaderamente. La intolerancia no puede gobernar.
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