El necesario centro político
El discurrir social y político de nuestro país sigue en piloto automático, pero sin brújula. Por un lado el gobierno, autoproclamado de izquierda y “del pueblo”, próximo a cumplir sus 100 primeros días, hasta ahora no tiene un plan definido, con un segundo gabinete pendiente del voto de confianza.
Por otro lado está el Congreso de la república, cuyos congresistas son el reflejo de la voluntad popular, signado por una mayoría a la que se le ha endilgado el epíteto de derecha, con un número suficiente para legislar con madurez y responsabilidad, sin romper fuegos en este sentido aún.
Con estas posturas de derecha e izquierda, nuestros políticos y la prensa se han quedado anclados en el siglo XIX. El “pueblo” sólo ha devenido en una expresión, tantas veces utilizada y zarandeada a lo largo de nuestra historia republicana, que no es ajena a nuestros actuales gobernantes, también autodenominados “marxistas-leninistas” de acuerdo al ideario del partido político Perú Libre que puso en el gobierno al presidente Castillo. Hasta ahora sólo asistimos a discursos de plaza con evidente corte populista, sin contenido.
Somos una sociedad sin educación social; se deja encandilar, no importa con mentiras que en esos momentos no suenan a tal; y cada 5 años busca un caudillo diferente, porque tiene sed y hambre de justicia que debe ser encausada.
Cada cinco años nos preguntamos si el remedio es mejor o peor que la enfermedad, lo cierto es que estamos cuesta abajo aún sin tocar fondo. El transcurrir del tiempo sin acciones concretas y palpables por parte del gobierno, abona en su desgaste. Para las fuerzas vivas y productivas del país no son suficientes las palabras, el desencanto irá aflorando poco a poco, y la exigencia irá en aumento.
La sociedad necesita una luz, necesita un norte… Haya De la Torre, dentro de muchas memorables frases, dijo: “La falta de interés por participar en la vida política de quienes están más capacitados para hacerlo hace que la mediocridad ingrese…”.
Evidentemente, si nos gobiernan mediocres, sólo tendremos como resultado un Estado mediocre, y todo lo que deviene de él será mediocre, siendo los más afectados los que supuestamente dicen defender: “el pueblo”.
Hoy el espectro político y social obliga el surgimiento de una corriente o alianza que esté por encima de los antagonismos de supuestas derecha e izquierda, que no son más que verdaderos intereses de grupo que no responden a una concepción doctrinaria; convocando a verdaderos demócratas, que los hay, por una auténtica justicia social.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.