El mundo de las ideas
Volvamos la mirada al siglo pasado: la primera mitad de siglo XX tuvo serias complicaciones: dos guerras mundiales, el surgimiento de regímenes comunistas, la polarización del mundo, levantando muros o cortinas de hierro, dividiendo con ellos a los pueblos y las naciones; recién en la segunda mitad, el mundo comenzó a salir del abismo, los muros se fueron derrumbando, dando paso a la globalización. Este fenómeno trajo consigo muchas ventajas, dentro de ellas el desarrollo del comercio internacional; a inicios del presente siglo, el crecimiento económico ha llegado a casi todos los países del mundo; hemos sido testigos de cómo la gente ha ido saliendo de la pobreza, algo que en tiempos pasados era solo un sueño. Esto nos llena de optimismo y nos hace pensar que lo mejor aún está por llegar.
En la actualidad, las ideas novedosas son las que impulsan el crecimiento; la investigación y el desarrollo vienen enfocándose en productos que tengan un bajo costo de producción; son este tipo de ideas las que vienen impulsando el crecimiento, tomando en consideración que “una manzana alimenta a un hombre, pero una idea puede alimentar al mundo”. Soy un convencido de que el comercio internacional y la globalización son cada vez más poderosos y van a seguir abonando al crecimiento mucho más que nunca. La mayor demanda de productos incentiva a la investigación y al desarrollo, beneficiando a la población global; los grandes mercados vienen incentivando la producción de todo tipo de ideas, desde software y hardware hasta el entretenimiento. Pero ¿cómo aprovechar esos incentivos? La respuesta es más que obvia: Formando parte del mercado global; debemos tener presente que las ideas están destinadas a compartirse y que una idea puede cambiar al mundo; la creación de ideas proviene de todos los ámbitos de la vida: científicos, ingenieros, filósofos, artistas, innovadores, etc.
En el ámbito de la ciencia y la tecnología, podemos observar que los científicos e ingenieros no llegan ni a la décima parte del uno por ciento de la población; también podemos apreciar que las grandes potencias no han sido líderes en cuanto a ideas, ya no son los países poderosos los que llevan en sus hombros la investigación y el desarrollo; el día de hoy tenemos a personas trabajando para poder alimentarse a sí mismas cuando podrían estar alimentando al mundo; esta situación es la que debe cambiar, debemos pensar en la conquista del mercado global; para ello, debemos estar dentro de él, debemos proveer al mundo no solo de materias primas, sino también de personas que aporten ideas novedosas. Nuestro país, en los últimos tiempos, tiene mayor porcentaje de jóvenes en las universidades e institutos tecnológicos; de ellos surgirán las nuevas ideas, es decir, mayor oferta de ideas. La globalización, precisamente, se caracteriza por incrementar la demanda de ideas; la inversión ha identificado esa demanda y está propiciando la oferta de éstas.
Debemos ver el futuro con optimismo, sin perder de vista a la globalización y a los mercados internacionales; es imprescindible seguir invirtiendo en educación, nuestros sistemas educativos deben estar alineados con las nuevas tendencias globales, pensemos en los estudiantes como estudiantes del mundo, aprovechemos todas las ideas, pensemos en ellas como una luz encendida en medio de la oscuridad; mientras más luces se enciendan, más luz tendremos para todos.
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