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El milagro de Dina
Navidad llega y Palacio de Gobierno tiene nueva inquilina. Dina Boluarte es la primera presidenta del Perú en más de 200 años. Ha tomado el mando en plena crisis política, tras un golpe de estado fallido realizado por Pedro Castillo, con quien compartió la boleta de votación.
Tristemente casi no celebramos nuestros 200 años de independencia y ahora no ha existido jolgorio alguno con la asunción al mando de una mujer. Lo que existe es escepticismo no por su condición femenina si no si logrará conducir al Perú hacia la paz sin caer en autoritarismo ni aventuras trasnochadas de populismo.
El camino es ciertamente complicado para Boluarte, la tristeza por la sangre derramada se siente. Tampoco hay ilusión en el futuro, sino una (muy) tensa calma. Los ciudadanos estamos resguardando lo poco que queda en pie tras una pandemia, el desastre gubernamental de Pedro Castillo, un luto que se profundiza con cada pérdida, la poca empatía con el otro y el diálogo roto.
Con todos esos sentimientos encontrados, nos sentaremos en la mesa navideña.
Boluarte no solo tiene el reto de traer paz a estas ensangrentadas tierras sino además debe inyectarnos otra vez la esperanza en un futuro viable. Si no lo logra, pocos serán los que seguirán apostando por el Perú, y menos invertirán lo que les queda tras éste desastroso 2022. Y es que no hay que perder de vista que no solo se han vandalizado a grandes empresas sino que además se destrozaron los sueños de millones de emprendedores que apostaron todo a una reactivación durante la actual campaña navideña. Y eso parece que los manifestantes no quieren comprender: los grandes tienen seguros o espaldas financieras que les permitirán reponerse, los pequeños no.
Ello no es una percepción. Es una realidad. Durante la primera semana de crisis la presidenta de la Cámara de Comercio de Lima, Rosa Bueno, advirtió que las pérdidas por protestas en diez regiones podrían haber llegado a S/. 1728 millones, pero que las mypes serían las más afectadas por la convulsión social. Para el sector comercio, la campaña navideña representa el 40% de sus ingresos, y en el caso de muchas de ellas estaba en juego no solo el patrimonio empresarial, sino además el personal.
La crisis superó la semana del primer cálculo de la CCL. Rodolfo Ojeda, del gremio de la Pequeña Empresa de la CCL, tuvo que seguir calculando las pérdidas que ya alcanzaban la campaña navideña en su totalidad tal como advertía Bueno y se anunció que las mypes perderían S/. 5200 millones. La pesadilla se convirtió en realidad. ¿Quién les devuelve su futuro perdido a las familias que apostaron todo? ¿Pedro Castillo? ¿La Asamblea Constituyente?
La crisis económica tiene síntomas de agravarse. La cara del ministro de Economía Alex Contreras revelaba preocupación cuando anunció Punche Perú, que será una especie de Impulso Perú 2.0 , pero ¿cómo poder reactivar en este contexto de tensa calma social? Allí es dónde Dina Boluarte debe obrar el milagro de la paz, sino la crisis se profundizará. Esperamos que tenga éxito.