El 'influencer' del fascista Antauro
Carlos Orozco es un famoso youtuber e "influencer" digital que cada día parece impulsar una campaña creciente y explícita a favor de la posible candidatura presidencial del fascista de izquierda Antauro Humala. Por supuesto ello incluye dar soporte indirecto al paquete ideológico del etnocacerismo y otras prédicas conexas profundamente antiliberales en lo político, lo social y lo económico. Y lo más importante: realiza una suerte de traducción digerible y un edulcoramiento de las polarizantes propuestas extremas antauristas entre la audiencia vía las redes sociales. Orozco publicita sin ninguna cautela —entre sus miles de seguidores jóvenes— una "refundación del sistema" con el xenófobo y homofóbico Antauro vía la lucha de clases y razas y de un inconfesado nacionalismo socialista "redistribuidor" en el plano económico.
El asunto no es reciente. Ya en diciembre de 2022 decía que el país necesitaba una urgente "refundación" con el antidemocrático exmilitar y líder del sangriento "Andahuaylazo" a la cabeza del proceso. "Antauro, con todo el pasivo que trae, no termina siendo una mala opción en el panorama actual... Más allá de una nueva Constitución, se necesitan nuevos actores políticos de lleno. Necesitamos remecer el cimiento mismo, porque esto no cambiará... El Perú necesita una refundación, y urgente... los que dicen que Antauro sería nefasto, son gente que no quiere destruir lo construido... Para el peruano que llena plazas en todo el sur, Antauro no es el monstruo", dijo en su podcast Moloko un día antes del autogolpe del 7D de 2022 del senderoide Castillo y viéndolo como un potencial continuador del proceso trunco que arrancó en el 2021.
Hace solo unos días el youtuber izquierdista Orozco y además otrora defensor del castillismo, reafirmó su temeraria postura: "Vamos a arder la pradera, me la juego por Antauro Humala 100%. Por el etnocacerismo”. ¿Considerando la audiencia creciente que tiene, es consciente de los riesgos y peligros que está apalancando en ruta al próximo proceso electoral?
En este espacio no dejaremos de repetirlo: el antaurismo o radicalismo reservista (extremista en realidad y no simplemente "radical") constituye un peligroso planteamiento que incuba el odio y los conflictos extremos y proviolentos. No se conforma con el factor "clasista" de lucha de clases marxista, además cruza destornillado vía el factor "etnocultural" hacia la lucha de razas. He ahí su letalidad. Sazonando e incitando las instintos sociales básicos para la fragmentación y la polarización política aparece incluso la homofobia y hasta la xenofobia (con sospechosos vínculos con el chavismo ansioso en descalificar a la diáspora venezolana en Perú) como arma política y electoral.
No solo "hay un mensaje redistributivo, nacionalista, anticentralista y autoritario" en sus soflamas como alguien ha señalado con suavidad. De fondo, como toda energía extremista, mientras más cerca al poder más claros se verán sus contornos totalitarios.
En este contexto, más preguntas entonces se vuelven a plantear: ¿quiénes son los actores, qué organizaciones políticas y cuáles las contranarrativas que están compitiendo eficazmente, sobre todo en los sectores juveniles, con estas fuerzas ideológicas —y sus influencers propagandistas vía Internet — activando en la capital y las regiones? ¿Cómo responderá el golpeado sistema democrático a un relanzamiento político de la conflictividad social que dice encumbrarse sobre "verdaderas intenciones democratizadoras" pero que a la par apuesta, otra vez, por cruzar progresivamente hacia el extremismo violento gracias al voto popular?
