El grave peligro de congresistas desinformados
Los proyectos de leyes ejecutores de la Agenda 2030 de la ONU, que se convierten en leyes por voto mayoritario del Pleno del Congreso, evidencian una grave desinformación de la mayoría de congresistas respecto a la realidad de los objetivos de dicha agenda, orientada a la dominación de las naciones bajo un gobierno mundial.
El inexplicable respeto a los “compromisos” con los organismos internacionales que invocan los gobiernos, sin decir cuáles (porque no los dan a conocer ni al Congreso), ha sido el argumento decisorio para la aprobación de inconstitucionales leyes que están sometiendo al Perú al gobierno mundial de la ONU, vía la OMS y la OCDE, con las dos justificaciones falsas más convincentes:
a) La salud de la población, frente a terribles pandemias creadas por ellos.
b) El desarrollo económico, con la ilusión de entrar al Club de París, bajo la condición de ejecutar la Agenda 2030 y las políticas y planes de la OCDE para cada “proyecto país”, como Perú, y los demás en los que tienen intereses de despojo.
Por desconocimiento de los fines reales de la Agenda 2030, los congresistas se prestan a aprobar cualquier proyecto de ley, como la 31750, que aprueba el inserto de la historia clínica en el DNI y pasaportes electrónicos de los ciudadanos, para su identificación digital universal. Este fue aprobado como parte del plan de imposición del Certificado Universal Digital de Vacunación que alista la OMS para permitir el tránsito, el ejercicio de los derechos civiles y el acceso a los servicios esenciales; todo con el objetivo de reducir la población mundial en dos tercios y controlar como esclavos digitales al tercio sobreviviente.
La aprobación de la moneda digital del BCR y la obligatoria identificación digital para la implementación de los objetivos de la patente US 2020 060606 contribuyen a ese efecto, para que nadie pueda comprar ni vender si no está identificado (marcado) con un código MAC.
El MINSA, por su parte, gestiona diligentemente un proyecto de ley en el Congreso para imponer el Reglamento Sanitario Internacional, pretendiendo omitir el procedimiento del art. 56 de la Constitución. Este reglamento contiene artículos que someten al gobierno mundial, con pérdida de la soberanía del Perú; medidas contra la seguridad nacional, la salud, la vida, la integridad y los derechos humanos de todos los peruanos; y compromete fondos del Tesoro Público por un monto indeterminado y por tiempo indefinido para pagar los dictados de vacunas y medidas anti sanitarias de la OMS a favor de la industria farmacéutica, que la financia, y cuyos dueños son la élite del gobierno mundial.
Un clamor ciudadano: ¡Infórmense, señores congresistas, y no incurran en graves crímenes de Estado!
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