El gobierno de las indecisiones
Una de las características de este gobierno es dejar que los problemas se solucionen solos o que no se solucionen. Acudiendo a intentar solucionarlos solo cuando las circunstancias los obligan. Ejemplos de esto hay muchos, pero solo trataremos los más relevantes. Uno de los más importantes es el de tratar de lograr el crecimiento económico del país sustentado en las inversiones públicas, dejando de lado y hostilizando a las inversiones privadas. A pesar de que muchos de los más altos integrantes del Gobierno conocen que eso, en la situación actual de nuestro país, es un imposible, y eso lo conoce perfectamente el MEF Burneo. Es así que en el reciente evento de Perumin, el PCM Torres, el MEF Burneo y la ministro de Energía y Minas no les quedó otra alternativa que aceptar que el Perú había perdido mucha competitividad en el sector minero, por lo que decidieron anunciar incentivos para las inversiones privadas en ciertas áreas de dicho sector. Pero a los pocos días de dicho evento, y en una evidente falta de coherencia con lo anunciado, se informó que la Autoridad Nacional del Agua, que había otorgado los permisos correspondientes a Quellaveco luego de años de evaluación, iba a revisar los permisos otorgados. Esta falta de coherencia y de cambio en la reglas del juego obviamente espantará aún más a los potenciales inversionistas mineros, y viene luego de una serie de abusos en un sector en el que existen “zonas liberadas”, en las que el ordenamiento legal vigente no se aplica.
Es que la estrategia de pretender convertir las inversiones públicas en motor del crecimiento es un fracaso comprobado. Para ser justos, mencionaremos que este problema, y otros, han sido heredados, pero el asunto es que la situación ahora es muy distinta de la que enfrentaron los anteriores gobiernos. Es que la inflación elevada, sobre todo en los alimentos de la canasta popular, con ingresos que todavía no recuperan la capacidad adquisitiva que tenían el 2019, trabajando más y ganando menos, es una carga difícil de mantener, ¿cuánto tiempo más se va a aguantar en esta situación que se va a deteriorar más? Sin embargo si el Gobierno dejara de hostigar a la inversión privada y la promoviera, los problemas de crecimiento y falta de empleo disminuirían significativamente, porque es la que genera el 80% de la inversión y del empleo de manera sostenida en el país. La estrategia gubernamental de incentivar el consumo a través de bonos no es sostenible en el tiempo.
A nivel sectorial hay numerosos problemas similares que el Gobierno los posterga indefinidamente hasta que explotan. Un ejemplo claro es el de Petroperú; que tiene un problema estructural de liquidez, de excesivo endeudamiento, el que se ha venido postergando en el tiempo; por lo que las calificadoras de crédito han rebajado en dos oportunidades la calificación crediticia de la petrolera (habiendo pedido el grado de inversión y calificado sus bonos como “ basura”), recortando las posibilidades de financiamiento de la empresa. La disyuntiva es clara, o el Gobierno capitaliza sus acreencias por un monto adecuado (más de US$ 1,000 millones) o privatiza la empresa. Algo que un gobierno como el de Castillo no lo va a hacer. Sin embargo esta decisión necesariamente se tendrá que adoptar a corto plazo porque los problemas financieros se van multiplicando.
La estrategia gubernamental ante los problemas descritos anteriormente no es sostenible en el tiempo y es incompatible con lo planteado por el MEF Burneo en su plan Impulso Perú , sobre todo si las perspectivas para el próximo año serán más duras que las del presente ejercicio.
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