El gobierno de Dina no ata ni desata
Seguimos atrapados en el deterioro imparable de la inseguridad ciudadana, las calles del país siguen convertidas en el escenario ideal para los indeseables, los delincuentes nacionales y extranjeros siguen haciendo de las suyas en un Perú que le sobra corrupción pero que carece del imperio de la ley, autoridad moral y liderazgo por parte de los responsables de este decadente gobierno de turno, estos incapaces no se hacen una en nombre de la nación que les dio la oportunidad de gobernarla, le hacen de todo menos protegerla.
Ya nadie se salva, el último caso del ataque violento por parte de estas hordas de criminales contra el alcalde Ulises Villegas que tuvo un infeliz encuentro con estos forajidos que deambulan por la ciudad buscando a sus víctimas, ahora lo sabe en carne propia el alcalde de Comas y lamentamos la nefasta experiencia que le ha tocado vivir junto a su esposa, imaginamos esa persecución escalofriante por parte de una moto que los seguía con la intención de causarles daño y supuestamente robarles la camioneta en la que se desplazaban, afortunadamente se salvaron de un desenlace fatal, no todos los peruanos corren la misma suerte.
Nos sentimos desprotegidos, nuestro país vive aterrorizado y psicoseado, pensando en los indefensos y dramáticamente inseguros que estamos, agazapados, escondiéndonos del peligro latente, esto no es vida, cruzando los dedos y rogando que no se nos crucen ladrones, sicarios, criminales, extorsionadores o secuestradores, es una plegaria de todos los días, suplicando que esa protección divina también llegue a nuestras familias.
Algunos estudios revelan que en los últimos 12 meses la inseguridad ciudadana se ha agravado, estamos mucho peor que antes, sentimos que el peligro no sólo se cierne sobre nuestro patrimonio o pertenencias, sino que también está afectando nuestra salud mental, cada día vivimos estresados, acorralados, con miedo y la incapacidad de defendernos y defender a los nuestros o lo que con tanto sacrificio hemos obtenido, lo grave es que tenemos un gobierno a la deriva, noqueado por la corrupción de Dina Boluarte, sin liderazgo ha terminado pervirtiendo su autoridad moral, careciendo de una visión estratégica ante la criminalidad ha logrado que las cosas empeoren, este desborde delincuencial ha jaqueado su gobierno, esto configura la zozobra en la que estamos viviendo todos los peruanos.
No se distingue una actuación competente y confiable de este gobierno incapaz y fracasado, no hay decisiones de Estado de calidad que despierte la confianza del pueblo peruano, estamos hartos de este desempeño mediocre, los estados de emergencia han sido una burla para el país evidenciando una ignorancia supina e ineptitud para frenar esta ola de criminalidad que afronta el Perú.
Y por si fuera poco los congresistas, la tribu de choros y lobistas del Congreso, los peruanos más repudiables, ninguno ha demostrado tener la dignidad y solvencia moral para enfrentarse por el Perú ante el comportamiento delincuencial de muchos de sus colegas, ahora han decidido incrementarse 3000 soles en los gastos de representación, 15 millones para sentarse en nuevos waters, ¡corruptos y mochasueldos! son una auténtica vergüenza nacional, frente a este ejemplo de “choreo caleta” que les podemos reclamar a los delincuentes de la calle si son tan parecidos a los congresistas, sólo que estos últimos son peores, roban con el amparo de las leyes que legislan en su favor, el gato de despensero.
He dicho.
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