El GLP en el ojo de la tormenta

El 2021 cerró con una inflación de 6.4%, y el gas licuado de petróleo (GLP) está entre las variables influyentes, el de uso vehicular se incrementó en 78% y el utilizado en los hogares en 51%; cifras para la preocupación de cualquier gobierno, dado que lo utilizan el 70% de los hogares y cerca de 200 mil unidades que brindan el servicio de transporte de pasajeros.

El incremento de precios ha tenido dos orígenes: la variación de la cotización internacional, que en el 2021 se incrementó en 42% valorizado en dólares y el tipo de cambio dólar-sol, que aumentó en 12.2% en el mismo periodo. En este contexto el Gobierno intentó a través del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (FEPC) mitigar el impacto en el consumidor domiciliario, fracasando en el intento, en vista de que ante una tendencia alcista, el fondo se convierte en subsidio con costo a la caja fiscal.

No se ha hecho un análisis riguroso sobre las salidas que se puede dar a este serio problema, se ha hablado mucho de la masificación del gas natural, sin mencionar el costo oneroso que significa el despliegue de redes y conexiones domiciliarias, que se piensa cargar irresponsablemente el Fondo de Inclusión Social Energética (FISE). Ya me he referido en varias oportunidades al uso de cocinas de inducción y que significa una alternativa para mejorar el costo en el sector residencial, es indispensable poner el tema en la agenda del debate público.

Por el lado del Gobierno, en este caso representado por Petroperú, a través de su gerente general ha propuesto a fin de año, que la empresa operadora del lote 88 (Camisea), provea a la empresa estatal el 100% de su producción. No tardarán en salir a criticar los supuestos defensores del libre mercado, que señalarán que se está concentrando el abastecimiento en un solo agente.

Oportuno momento para discutir con guarismos, el pedido de Petroperú representa el 39% de la demanda y vale la pena preguntarse y pedir que desde el Ejecutivo se muestre la concentración del mercado por parte de los suministradores de primera transacción, las estadísticas existen y es altamente probable que tres actores concentren el 70% de la venta.

Sinceremos cifras y emergerá la mejor solución para el consumidor con el menor costo estatal.

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