El gas e irracionalidades en uso de subsidios
El debate sobre el llamado “mecanismo de compensación para el acceso descentralizado del gas natural (GN)” ha generado airadas peroratas, incluyendo premoniciones de malos tiempos en las regiones, de parte de los voceros oficiales y oficiosos de los concesionarios de procedencia colombiana.
El mecanismo consiste en otorgar una compensación para los usuarios de las regiones. Hay dos posibilidades: a) uno ya aprobada en el Congreso que ha sido objeto de negativa palaciega por partida doble, que alcanza a los consumos de hasta 50 mil m3 mensuales (Mm3), y b) otro defendido a ultranza por los amigos del país de la cumbia, que desean que alcance a las demandas de hasta 900 Mm3 al mes, a la que se sumaron Pedro Castillo y Dina Boluarte, no sabemos si hay wayki de por medio.
Los recursos de la compensación provendrán principalmente de un cargo en el costo de la electricidad de todos los consumidores del sistema interconectado nacional y en mínima proporción por el llamado FISE que proviene de los consumidores de electricidad, GN y gas licuado de petróleo (GLP). A más consumo que compensar más uso del subsidio, lo que plantea una discusión.
En la concesión de la colombiana Promigas que atiende a 4 regiones, al cierre del 2022 había 54 usuarios industriales cuyo consumo era el 70% del total y en términos promedio demandaban 133 Mm3 mensuales. Es decir, habían accedido en condiciones ventajosas al GN para reemplazar el combustible que usaban. A ellos se desea que se le aumente el beneficio, pero ese no es el tema de fondo, hay clientes industriales que el concesionario no atiende y que la única forma de llegar a ellos es desplazando a los comercializadores que son los suministradores actuales, la manera sería con el subsidio, llamado compensación.
La prédica a ritmo de vallenato es que solo así podrá desarrollarse un mayor tendido de redes. La consulta inmediata es ¿se beneficiará a pobres (P) y pobres extremos (PE)? En los niveles de P y PE según el INEI en el 2022 había 1.0 millón de hogares que cocinan con leña o carbón. Si de subsidiar se trata, lo racional sería atender estos sectores sociales con GLP, donde el FISE ha demostrado eficacia incluyendo entre el 2012 y 2022 a 940 mil hogares. A los señores del gobierno hay que recordarles a Gareca: ¡pensá!
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.