El futuro se conquista hoy

La ciudad-Estado-insular de Singapur tiene un plan trazado para conquistar el futuro y se enrumba hacia ese mañana mejor trabajando desde el gobierno, el parlamento y con el apoyo de la oposición. Ubicada en el sudeste asiático, es una de las naciones más pequeñas del planeta con una extensión de apenas unos 728 kilómetros cuadrados. Pese a su enanismo territorial y con apenas 2% de tierras cultivables, es una de las economías más sólidas, prósperas y desarrolladas del mundo. Es considerado el segundo país con mayores facilidades para realizar negocios, según el ranking Doing Business y el Índice de Percepción de la Corrupción lo ubica entre los menos corruptos.

Pero aquí en el Perú, estamos sumido en un pantano putrefacto pese a contar con un extenso territorio, bendecido con inmensas riquezas naturales, tierras fértiles y grandes reservas de agua dulce en los glaciares. Pero aquí no se piensa y habla del próximo feriado largo y la mayoría de políticos en las próximas elecciones. Mientras la oposición zurda y los empresarios mercantilistas polarizan y evitarán que se trace la hoja de ruta que el Perú y sus hijos nos merecemos.

¿Cuándo se dejó de pensar en empezar a construir las bases de un mañana mejor? ¿Desde cuándo creemos en las mentiras de esos periodista-activistas políticos de sus propios intereses, y medios protectores de la corrupción de las élites? ¿Desde cuándo estupidizan a las mayorías con cerveza, drogas y perreo?

En el Perú hay políticos que suben a cualquier tribuna, como los supuestos cómicos, hoy millonarios, con el vulgar espectáculo “Hablando Huevadas”, que solo arranca risas a subnormales y a los congresistas y candidatos que van a ese espacio a hablar justamente ‘huevadas’. Y así la política se convirtió en un circo de enanos deformes bajo una carpa raída. No hablar de cómo conquistar el futuro nos pone en la antesala de convertirnos en Haití, ya solo falta que nos agarremos a machetazos.

El Perú no está preparándose para conquistar ese futuro de necesidades muy distintas a las actuales, bajo un clima que cambiará más allá de la intervención humana. Cuando llegue el futuro no entenderemos nada y seremos los últimos de la fila en todo lo positivo, y cabeza de lista en corrupción y pobreza extrema y estructural.
Desde la caída del régimen fujimorista y el hipo de cinco años del gobierno de Alan II, los demás gobernantes únicamente crearon pobreza. Solo Fujimori en el siglo XX y Alan García en el XXI pensaron en conquistar el futuro abriéndonos al mundo y creando alianzas más que necesarias, como la del Pacífico. Y en ese mañana en el que nadie piensa, los peruanos no podrán siquiera darse el lujo de ser pobres, porque la pobreza cuesta y el propio gobierno será tan pobre que no podrá mantenerse.

Si la señora presidente Dina Boluarte junto al parlamento y las fuerzas opositoras no empiezan a moldear el mañana, el Perú no conquistará el futuro, simplemente desaparecerá.

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