El fracaso de la manipulación
POR ALEXANDER TORRES FIGALLO
El reciente fracaso de la movilización denominada “Que se vayan todos”, así como la caída en el porcentaje de respaldo ciudadano al adelanto de elecciones generales propuesto por el Ejecutivo, evidencia una clara ruptura de la ciudadanía con el discurso manipulatorio y populista ejercido por el Gobierno y sectores de izquierda, que vienen poniendo al país en un estado de crisis e inestabilidad política permanente. La población percibe que esta iniciativa de Vizcarra en nada soluciona los temas más urgentes del país, y que las manifestaciones organizadas por sectores afines al Gobierno son políticas y no socialmente reivindicativas.
Esta nueva coyuntura de polarización y movilizaciones solo ha servido para que cuestiona-dos candidatos presidenciales como Verónika Mendoza y Julio Guzmán reaparezcan buscando réditos políticos y se posicionen sumándose a la demagogia del Gobierno. Recordemos que ambos se mantuvieron en silencio con los destapes de corrupción de Toledo, Humala, Nadine y Villarán. Tampoco se les escucha alzar su voz de indignación contra Vizcarra por el caso Chinchero, ni contra los gobernadores comunistas procesa-dos y presos por corrupción y otros delitos como Cerrón, Santos, Acurio y Aduviri.
Un sector de la prensa sigue jugando un lamentable rol desestabilizador, son caja de resonancia del populismo vizcarrista que vuelve a amenazar con el cierre del Congreso mediante la cuestión de confianza. Recortar el mandato del Ejecutivo y el Legislativo continuará estancando al país y generando un impacto negativo para el crecimiento de nuestra economía. Es un proyecto que debe ser rechazado, porque representa un claro abandono de los compromisos asumidos, y no tiene un sustento real. El ánimo antidemocrático y manipulatorio de unos cuantos no está por encima de la voluntad de millones de peruanos que expresaron su respeto a la Constitución y al sistema democrático mediante el sufragio en las urnas.