El fin de la dominación del hombre

El ser humano ha estado sometido al imperio del mal desde la fundación del mundo, y lo hemos visto en todos los acontecimientos históricos de la humanidad; pero ese régimen del mal ha llegado a su fin.
El ejercicio del poder político ha sido la manifestación del dominio del mal sobre las naciones, lo que explica por qué los pueblos han sido subyugados por los grupos sociales dominantes predestinados por el mal para dominarlos.
Detrás de los grupos de poder económico y político en las naciones, siempre se encuentra logias y sectas ocultas que los han agrupado y sostenido en el poder, impidiendo que los pueblos elijan libremente a sus líderes legítimos para que los gobiernen.
La frustración endémica de los pueblos para auto gobernarse con su propio liderazgo ha sido acompañada con derramamiento de sangre y vulneración de sus más esenciales libertades, por cuanto, los que han detentado el poder por siempre, son inspirados por el mal para exterminar cualquier forma de “rebelión” contra el mal y la corrupción.

Ese sistema de poder mundial ha llegado a su fin, aunque parezca lo contrario, y que muchos se hayan alineado con el mal en su afán por sobrevivir a los actos más perversos de destrucción de la vida en la Tierra, por acción de una élite que encabeza el poder del mal.
Esto que es mucho más espiritual de lo que parece, no es comprendido por la mayoría de personas, que están atribuladas con el futuro de la humanidad y su propia supervivencia y la de su familia, atacados de muerte en una silenciosa guerra mundial, en que sus gobiernos y líderes políticos de izquierda y derecha son aliados del mal.
El régimen del mal ha terminado, y lo que viene, aunque desastroso, porque trae destrucción y muerte, es para bien, especialmente para las personas que han estado esforzándose por vivir del lado bueno.
Habrá mucha destrucción y desolación para los que eligieron vivir del lado malo, pero será por el bien de las naciones y de la humanidad, la cual ha logrado vencer en la guerra más cruel de su historia.
El hombre (varón y mujer) ha sido liberado de la dominación del sistema del mal, y que tome conocimiento de ello y empiece a ejercer su libertad y derechos sobre la Tierra es el principio del debido ejercicio de la ley natural de la libertad.
¡Démonos un abrazo humanidad, y demos gracias a Dios, porque hemos vencido!

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