El expansionismo chino

En palabras de Fernando Henrique Cardoso, la globalización es el capitalismo de hoy. En efecto, el capitalismo de hoy se caracteriza por tres cosas fundamentales:
El dominio del capital financiero.
En todas las relaciones económicas, el capital financiero es fundamental. Domina Estados, corporaciones, empresas, y a las personas individualmente. El capitalismo de hoy ha producido un refinanciamiento que es la ampliación del mercado con las tarjetas. Las tarjetas ensancharon el mercado y, de esta manera, se puede atender la sobreproducción que genera el capitalismo. El capital financiero manda hoy en el mundo.
La revolución de las comunicaciones.
Todo el mundo, de alguna manera, tiene una forma de comunicarse, más allá de si es pobre o rico. En Puno, el 93% de los pobres tiene celular. La crisis de los partidos políticos hoy en día tiene que ver precisamente con la revolución de los medios. Los cambios en la educación y en la investigación han sido brutales.
La revolución científica y tecnológica.
Hoy se ha acelerado mucho. Antes ocurría casi cada 100 años, ahora es cada 10 años y tiende a acortarse. El mejor ejemplo es el caso de China. China ha crecido a tasas muy grandes, un 10% anual en 20 años, y mezcla el capitalismo de Estado con la economía de mercado.
El capitalismo de Estado es cuando el Estado es dueño de todos los medios de producción. Se pasa de un capitalismo de Estado a un capitalismo de mercado, en manos de empresas privadas. En China funciona un capitalismo de mercado pleno, pero con un gobierno autoritario.
Hoy, China le ha ganado la batalla a EE. UU. en el campo científico-tecnológico, y en el campo económico amenaza con ser la primera potencia. Solo falta el campo militar. El Perú ha sido el escenario, con el puerto de Chancay, de una guerra comercial, pero principalmente geopolítica y estratégica entre China y EE. UU. De ahí la preocupación de los estadounidenses de que China pueda utilizar el puerto de Chancay con fines militares.
El megapuerto de Chancay es una expresión de la expansión china en Latinoamérica. Con el megapuerto de Chancay, el Perú ha facilitado el avance estratégico de China. El presidente chino, Xi Jinping, ha destacado que el megapuerto de Chancay será el “nuevo punto de partida del camino inca de una nueva era” en América Latina, reforzando así la peligrosa y creciente influencia china en el continente, algo que no ha pasado desapercibido en Washington.
Aunque Estados Unidos se mantiene como el principal mercado para las exportaciones peruanas de valor agregado, con 5.000 millones de dólares, China se ha consolidado como su principal socio comercial, con inversiones que alcanzan los 38.800 millones de dólares entre 2001 y 2023, enfocadas principalmente en minería, pesca, energía, finanzas, petróleo, gas y puertos.
Lo cierto es que los buques militares chinos que llegarían al megapuerto de Chancay podrían amenazar los intereses de EE. UU. en la región, pues podrían servir tanto para fines comerciales como militares y, de ese modo, afianzar su centro de influencia en el Pacífico.

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