El escenario podría cambiar
Nuevamente el Congreso concentrará la mirada de la población ya que el martes 8 de marzo será la sesión donde el gabinete tratará de conseguir el voto de confianza, luego de exponer la política general del Gobierno.
Sin embargo, hay que ser precisos en señalar que ese precepto ha quedado en la retórica ya que el debate para el voto de confianza, durante el tiempo del señor Castillo, se ha centrado en los perfiles ministeriales y no en la política general de gobierno que en realidad es lo que interesa.
Pero ojo, no hay que ser mezquinos en reconocer que el Congreso ha hecho su tarea al aprobar un proyecto de ley que establece requisitos para el nombramiento de ministros y viceministros que lamentablemente el Poder Ejecutivo ha observado y que se prevé que el Parlamento insista y promulgue en los próximos días. En este sentido hay coherencia entre la crítica de los grupos parlamentarios opositores al régimen y la aprobación del referido proyecto de ley.
Ahora bien, el sábado pasado el secretario general de partido Alianza para el Progreso ha expresado que su grupo parlamentario no le dará el voto de confianza al gabinete, generando un cambio en las matemáticas parlamentarias y con ello la previsión del resultado de la votación. También se incorpora al análisis de los votos, la conducta que tendrán los parlamentarios de Acción Popular, ya que, al haber sido incluidos en las últimas denuncias periodísticas, un voto a favor por la confianza al gabinete transmitiría la percepción de apoyo al Gobierno y con ello también de que “están jugando en pared” para una mutua protección.
Como vemos, el escenario congresal ha sufrido ciertas variables que podrían resultar poco beneficiosas para el Gobierno y probablemente generar un cambio en el resultado de la confianza del Congreso hacia el gabinete.
¿Qué podría hacer el Gobierno durante las cuarenta y ocho horas previas a la presentación del gabinete en el Congreso? Pues lo único que le queda es realizar algunos cambios ministeriales como es el caso del sector Salud que es el más cuestionado, sin dejar de pensar en los otros sectores como el de Justicia, Energía y Minas, y de Vivienda.
Como vemos la inestabilidad política continúa y sus efectos en la economía se vuelven terribles ya que durante este gobierno la inversión pública y privada ha decrecido y ello es más que preocupante.
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