El escenario en que el orden mundial fuera asiático

La única seria posibilidad para que el nuevo Orden Mundial (OM) sea asiático será que Rusia termine triunfante en su guerra contra Ucrania. No es precisamente lo que podría suceder, pero uno no tiene una bolita de cristal para conocer lo que acontecerá en el sistema internacional en los próximos tiempos. Hagamos, en cambio, un ejercicio prospectivo en el que el continente asiático termine empoderado. Veamos. En ese caso el OM pasará de la dominante y monopolizadora Occidente por siglos hacia el ciclópeo y heterogéneo continente asiático. ¿Cómo explicarlo? Veamos: 1° Una primera condición para que emerja un nuevo OM asiático es que se produzca una coyuntura dialéctica de alcance e impacto globales, es decir, de carácter violento evidenciada en una colisión de los actores relevantes en el sistema internacional, ahora que los rusos han caldeado la guerra contra Ucrania con el lanzamiento de misiles hipersónicos. Así, la guerra desatada en Europa del Este podría cumplir este requisito desarrollado en la teoría de las Relaciones Internacionales, tal como lo fueron en su momento las diversas guerras en la historia: Púnicas, Médicas, del Peloponeso, de las Galias, de los Cien Años, de los Treinta Años, Primera y Segunda Guerra Mundial, etc., que cambiaron drásticamente a la vida internacional. 2° En Asia se hallan los países más poderosos, también los más ricos y hasta los de mayor protagonismo en la agenda mundial: China, Rusia, India, Japón, Corea del Sur, Corea del Norte, Singapur, Taiwán, Indonesia, y los de Asia Menor (Israel, Irán, Arabia Saudita, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, etc.). 3° Mientras la vieja Europa luego de la guerra de 1939 quedó destruida y sus Estados teniendo claro que su supervivencia dependía de una actuación en bloque –por eso el surgimiento de la Unión Europea asumida como una circunstancia de necesidad (en Georgia así lo entienden por eso han salido a las calles a protestar por la paralización de las negociaciones por parte de su gobierno para ingresar en la Unión), pues no fue un proceso político-económico gratuito–, el mundo asiático, en cambio, dominantemente tercermundista en la primera mitad del siglo XX, pasó a experimentar de las más increíbles mutaciones económico-financieras hacia el desarrollo en lo que los teóricos llamaron el “milagro asiático”, volviendo países ricos en pocos años a aquellas naciones por las que nadie daba un centavo. 4° Aunque los mayores conflictos localizados en los últimos 70 años en el planeta sucedieron en Asia: las guerras de Corea, Vietnam, Palestino-israelí (agudizada últimamente por las variables Hamas y Hezbolá), Afganistán, Golfo Pérsico, Irak, Siria y por supuesto, Ucrania, lo cierto es que se produjeron porque allí abundan los recursos naturales: petróleo, gas, uranio, etc., de lo contrario, pasarían inadvertidos; y, 5° Como todo es cíclico, el dólar y la bolsa de Nueva York o el Nasdaq podrían ceder al yuan y a la bolsa de Shanghái o de Tokio en la medida que el Pacífico –ahora Indopacífico–, sigue empoderándose en el globo. Veremos que pasa.

Por: Miguel Ángel Rodríguez Mackay 

Excanciller del Perú e Internacionalista

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