El engaño del nuevo orden mundial

Hay dos mundos paralelos: el real, que es dirigido por una élite de poder económico que profesa el satanismo, y el virtual o imaginario, creado a través de los medios de comunicación de masas, que le permite dominar a la humanidad a través de gobiernos sometidos a aquella, por corrupción.

El anuncio de un Nuevo Orden Mundial, que tiene ya varias décadas en los discursos de los gobernantes de todo el mundo, se ha ejecutado silenciosamente contando con la manipulación de la población mundial, haciéndole creer que cada paso del siniestro plan de imposición de un nuevo orden anticristiano, eran el avance de la cultura social y el desarrollo de los pueblos.

La ONU, convertida en el órgano central de gobierno mundial, ha estado operando como tal, emitiendo resoluciones que sus operadores nacionales han estado incorporando en la legislación interna de las naciones, con la colaboración eficaz de organismos no gubernamentales, pagados por la élite globalista para ser los impulsores de la Agenda 2030, que tiene por objetivo central quebrar la cultura y moral de las naciones, reducir sus poblaciones, para dominarlas política, económica y socialmente, bajo un único Gobierno Mundial.

La inauguración de los Juegos Olímpicos, que no ha contenido sólo simbología satánica, sino actos proféticos para que los planes de la oscuridad se cumplan en la realidad, como hicieron en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, anunciando la “plandemia 2020”, revela los planes de traer muerte y destrucción a la humanidad, y someter a las naciones al dominio de la oscuridad.

Escuchar el discurso presidencial desconectado de la realidad, y dirigido a perder el enfoque ciudadano en múltiples obras e ilusiones de aumentos de sueldos y pensiones, nos deja desolados al comprobar una vez más, el compromiso de nuestros gobernantes con la ejecución de la dictatorial y engañosa agenda del Nuevo Orden Mundial.

El hecho de que los congresistas en su mayoría ni siquiera se den cuenta, y que en lugar de oponerse a la ejecución del plan de dominación extranjero que se está plasmando a través de proyectos de leyes, estén sirviendo a su aprobación, sometiendo progresivamente a nuestro país al gobierno mundial de la ONU y sus organismos especializados, bajo la falsa justificación de promover el desarrollo e inclusión del Perú al Club de París (OCDE), nos coloca en una crítica situación, en que está en riesgo no sólo la soberanía, sino la integridad y vida de nuestra nación.

Hacemos una invocación al legítimo liderazgo político, a cohesionarse sin distinción ideológica, para actuar en defensa de la soberanía, integridad, independencia y libertad del Perú, y decidir su propio destino.

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