El drama del agua

Cuando en los medios de comunicación se critica a las empresas públicas, el primer nombre que viene a la cabeza es el de PetroPerú. Es que además de ser la empresa más grande, en el pasado reciente, y todavía continúa, ha incurrido en una serie de escándalos. Pero hay otra empresa pública que ha hecho noticia estos días. Se trata de Sedapal, que también tiene grandes problemas. Uno de ellos, según su expresidente Francisco Dumler, es que el 45% de los territorios que hoy se ocupan en Lima, de Pucusana a Ancón, son invasiones. Para que ellos soliciten el servicio de agua potable deben tener su constancia de posesión, que se logra luego de diez años de tenencia de los terrenos. Tras la solicitud, Sedapal demora diez años más, en promedio, en entregarle el agua al ciudadano. ¿Se imaginan el drama de tener que esperar 20 años para una conexión de agua?
Todos los años, en este 2023 en particular, aproximadamente a partir de mayo y hasta noviembre dura el estiaje, la época de escasez de lluvias. Período en que la población se queja de la falta de agua, poniendo en problemas a las “autoridades”, este año se siente más por el masivo corte de agua a media Lima. Pero ¿qué han hecho los diversos gobiernos para solucionar el problema recurrente.

Como hemos repetido en varias oportunidades, resulta indispensable construir una serie de reservorios que almacenen la abundante cantidad de agua que nos trae la temporada de lluvias, que luego ayudarían en las épocas de estiaje. Sin embargo, los políticos de turno prefieren orientar los escasos recursos fiscales a diversos elefantes blancos, en lo que abundan los sobrecostos y , muchas veces, los sobornos. El gobierno parece no darse cuenta de que “tanto va el cántaro al agua que se rompe el asa”. Y si además consideramos los pésimos servicios públicos (como el ejemplo del fallecimiento del 1er vicepdte del Congreso Nano Guerra García lo acaba de constatar) y el alza del costo de vida, estos incentivarán a mayores y más violentas movilizaciones sociales que eventualmente les pueden costar sus privilegiados puestos.

Según el INEI, en el mes de julio del 2020 la producción de agua potable en Lima Metropolitana alcanzó 61 millones 797 000 metros cúbicos, que resulta muy insuficiente para atender la demanda de Lima y Callao. Déficit que se amplía en los períodos de estiaje y que se debió ser atendido hace mucho tiempo.
Obviamente la solución para Sedapal y las empresas de agua y desagüe de Lima y provincias sería la privatización, o las APP o lograr contratos de gestión que posibiliten el ingreso de empresas privadas . Pero lamentablemente, detrás de la oposición a esas medidas se encuentra el discurso izquierdista de que, si se aprobara la privatización se dispararían las tarifas, habría escasez de agua, etc. Argumentos similares a los que se utilizaron cuando iba a privatizar la Compañía Peruana de Teléfonos, pero se privatizó y no solo no sucedió lo que se argumentaba sino que ya no se tenía que esperar años para obtener una línea nueva.
Inclusive en Cuba , el español Antonio Sánchez Sandoval es el director general de Aguas de La Habana S.A., que pertenece al Grupo Agbar, controlado por la multinacional Suez. 564 palabras.

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