El dólar bajo ataque
Si bien desde el 2014 China ha estado tratando de debilitar al dólar estadounidense, recién desde este año se están concretando algunas medidas que pueden afectar al dólar, pero no al punto de perder su estatus de principal divisa internacional. Es así que, el nueve de junio, luego de 50 años, finalizó el acuerdo de exclusividad que tenía Arabia Saudita con EE. UU. para venderle su petróleo en dólares, lo que ‘desdolarizará’ la comercialización de este recurso.
Es así que Arabia Saudita aceptaría yuanes en las ventas de petróleo a China. En realidad, desde que Arabia anunciara que integraría el nuevo grupo de países BRICS (Irán, Arabia Saudí, Egipto, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos) que se unieron formalmente desde el 1 de enero de 2024 a los integrantes originales (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), se esperaba su concurso en las medidas que este grupo ha estado adoptando para debilitar el dólar. Es así que varios de dichos países ya están incrementando el uso de las monedas locales para sus operaciones de comercio exterior.
Asimismo, a través de BRICS Pay, podrían tener una respuesta basada en blockchain para ese objetivo. También hay que considerar que Rusia e Irán, miembros del BRICS, ya finalizaron la utilización del sistema de pago SWIFT para el comercio entre ellos, realizando transacciones directamente a través de bancos y liquidando el comercio en moneda local y ya no en dólares estadounidenses. Esto también afectaría algo al dólar estadounidense. Y si esta práctica se extendiera a otros países BRICS, el efecto sería mayor.
Es así que, cuando China le compra algo a Rusia, le paga en rublos, y cuando Rusia le compra a China, le paga en yuanes. Y en los últimos años las monedas no tradicionales han desempeñado un papel más importante en las reservas mundiales de divisas, descendiendo el dólar de EE. UU. de 70% en 1999 a 60% en el 2021. Y las tenencias de US Treasury Securities han disminuido de 1.3 billones de dólares en el 2013 a 0.8 billones (800,000 millones) en el 2024.
Y si Arabia aceptara todas las monedas locales para la comercialización de petróleo, y otros países, inspirados por esa decisión, vendieran sus bonos del tesoro para comprar petróleo en monedas locales, se podría generar una cierta afluencia de dólares estadounidenses que retornarían a EE. UU., lo que ejercería presión sobre el dólar estadounidense y afectaría su estatus como moneda principal para el comercio mundial.
Y como no hay duda de que China y Rusia seguirían impulsando medidas para afectar al dólar estadounidense, habría que ver hasta dónde estaría dispuesta a llegar Arabia Saudita y cuántos países estarían dispuestos a seguir su ejemplo, así como cuáles serían las medidas que EE. UU. estaría dispuesto a ejecutar para impedir lo anterior. Por lo que habrá que seguir de cerca cómo evolucionarán los actores involucrados.
Es que China (y Rusia) están convencidos de que no lograrán sus objetivos mientras no cambien el orden internacional establecido en Bretton Woods luego de la Segunda Guerra Mundial.
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