El Día de la Bandera en el rostro de Ashley Vargas
Hoy, 7 de junio, es día feriado nacional porque es el Día de la Bandera. Por tanto, no es un día más o un día cualquiera. No. Es el día de nuestra peruanidad y todos los hombres y mujeres que somos peruanos por nacimiento o por naturalización, le tributamos homenaje a la Bandera Nacional, máximo símbolo del Perú como patria y como Estado, convertida en la exacta razón de la unidad nacional. En esta ocasión recordamos la epopeya del Morro de Arica del 7 de junio de 1880, en que Francisco Bolognesi y sus hombres, murieron defendiendo la patria y conservando el honor nacional, intacto en esa ocasión porque, además del arrojo del icónico coronel Bolognesi, surgió la enorme figura de Alfonso Ugarte, que mantuvo en alto la bandera del Perú para que no cayera en manos del enemigo, al lanzarse con su caballo desde lo alto del Morro. Por esa razón hoy, todos los peruanos, renovamos el JURAMENTO A LA BANDERA rojiblanca, que vivifica el momento de mayor éxtasis de la identidad nacional. La gesta peruana llena de DIGNIDAD NACIONAL en la plaza de Arica, estuvo precedida en su resultado, por la respuesta de Bolognesi al emisario chileno, Juan José de la Cruz Calvo, en el sentido que no se rendirían, inmortalizando la frase “Tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el último cartucho”. Los episodios de Bolognesi y Ugarte, junto a los de Grau, Quiñones y Santos, yacen en nuestra memoria colectiva ad infinitum. Entendamos que expresar fidelidad y amor a la Bandera Nacional, y reconocerla como el símbolo más excelso del Perú, es una tarea que se construye en la casa, y fuera de ella por el Estado, con educación. Los hijos que aman a sus padres serán siempre mejores ciudadanos, y cuando conduzcan el país, serán verdaderos HOMBRES DE ESTADO. Aquel que profesa fidelidad a la Bandera Nacional jurándola, jamás será un traidor de su patria, de su jefe o de su amigo, y entiende el significado comprehensivo del respeto máximo por su patria, practica la solidaridad y la unidad nacional in extremis, exactamente como una causa de todos, como acaba de suceder con el rescate, lamentablemente sin vida, de la alférez FAP Ashley Vargas, que mostró la solidaridad de todos los peruanos, militares y civiles, que no desmayaron en hallarla para tranquilidad de su familia, comprensiblemente desesperada por encontrarla. El amor a la Bandera Nacional tiene muchos rostros, y el de Ashley, ha sido uno reciente. Tributemos, en consecuencia, nuestro máximo respeto a la Bandera del Perú en esta fecha, porque pegados a ella, seremos más unidos y mejores peruanos.
(*) Excanciller del Perú e Internacionalista
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