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El (des) acuerdo

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Fecha Publicación: 29/06/2019 - 21:30
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La desesperación de los defensores del acuerdo salvavidas de Odebrecht es evidente, sus palabras los delatan. Gustavo Gorriti califica ahora de “fechorías” la corrupción de Odebrecht, es decir de malas acciones o travesuras. Otrora Gorriti lapidaba documentadamente a Odebrecht y consorciadas. Es un vuelco penoso de quien fuera uno de los grandes referentes del periodismo de investigación y por quien conocimos los alcances del caso Lava Jato. Lástima.

Recién ahora un comunicado de la Comisión de Alto Nivel, CAN, presidida por el premier Salvador del Solar, “recomienda” la difusión del acuerdo para evitar “malos entendidos e interpretaciones sobre su contenido, finalidad y eficacia”. Para el vizcarrismo el acuerdo sigue válido pese a la fehaciente demostración de las mentiras de Marcelito O y sus ejecutivos, y el intento de destruir información sobre casos como el Gasoducto del Sur. En febrero la congresista Yeni Vilcatoma pidió la publicación del pacto, y nada. ¿Por qué hoy? Ocurre que antes quedaron bajo la mesa las mentiras de Odebrecht y el intento de desaparecer información contenida en Drousys. Esto no es sospecha sino certeza conocida gracias a un trío de jóvenes periodistas de investigación ecuatorianos, encabezados por Andersson Boscán.

“Obstrucción Eficaz” es un laberíntico editorial publicado ayer en ‘El Comercio’. Un texto sin fluidez, tan forzado que aparenta haber pasado por varias manos, un pastel mal elaborado por aprendices de cocineros, un mameluco pobremente hilvanado que intenta defender el negligente trabajo de Rafael Vela y Domingo Pérez. Mencionan que el acuerdo “no descarta la posibilidad de que la constructora haya delinquido en proyectos distintos a los comprendidos en él”. Veamos, si eso fuera así, ¿por qué los fiscales tales no investigaron más y creyeron ciegamente en el dicho de los corruptos y cuál era el apuro en homologarlo? El enigmático editorial refiere que si aparecieran nuevos “indicios” que “sugirieran” la existencia de otras obras adjudicadas por el pago de coimas es posible acordar con la firma brasileña una nueva colaboración. ¿“Indicios que sugieran”? La nueva información prueba irrefutablemente que Odebrecht pagó una coima de tres millones de dólares por el Gasoducto del Sur, no “sugiere”, no es un “indicio”, es una evidencia que trataron de ¡destruir! De paso se alienta a los mismos torpes fiscales a arrodillarse nuevamente ante los corruptos.

Con justificada razón el joven periodista ecuatoriano Boscán pregunta si “es de confianza el testimonio de una persona que ya ha mentido. ¿Pueden fiarse de alguien así?”. No, no podemos y tampoco de Vela y Pérez.