El Congreso de la República en su hora crucial
Hace una semana señalé que quien ejerce la presidencia de la República está obligado por la Constitución y la ley a comparecer ante el Congreso, ya se trate de una comisión ordinaria o investigadora, o, mejor aún, del Pleno del Poder Legislativo. Ello para rendir cuenta de sus actos funcionales dentro un sistema político basado en el principio de separación de poderes y que le asigna al Parlamento la tarea de fiscalizar al Poder Ejecutivo, que ejerce un gran poder ya que administra la riqueza del país y monopoliza el uso de la fuerza.
Cabe recordar que recién P. Castillo se había negado a recibir a la Comisión de Fiscalización, pretendiendo sustituir su comparecencia con la inaceptable propuesta de que le sean enviadas por escrito las preguntas.
El día jueves 10 último, el Congreso dio cuenta de la moción de vacancia presentada dos días antes por congresistas de varias bancadas y fijó para el lunes 14 la oportunidad en que el Pleno decidiría sobre su admisión.
La importancia de esto es que de admitirse la moción de vacancia, se abre la posibilidad, que en el fondo obliga, a que P. Castillo -con o sin abogado- acuda al Congreso a ejercer su derecho de defensa respecto de los fundamentos de la moción, la que, vale resaltar, en el caso concreto está sustentada en 20 razones y hechos objetivos, detallados.
En este contexto, y cuando aún se especulaba si se alcanzarían los 52 votos necesarios para admitir la moción de vacancia, casi llegada la noche del viernes 11, el ocupante precario de Palacio de Gobierno presenta un pedido para ser recibido el día el martes 15, a fin de dirigir un mensaje al Congreso. De más está decir que este insólito pedido, pese a estar amparado en la Constitución Política (Art. 118. 7) fue objeto de mucha especulación en diversos sentidos. El más insistente ha sido que siguiendo consejos de su plantel de asesores a la sombra, incluso de nacionalidad extranjera, temiendo el avance de la moción de vacancia, Castillo planteará “la sorpresa” (en palabras del inefable PCM Torres) de un “nos vamos todos”, al mejor estilo del lagarto Vizcarra.
Hoy ya está admitida la moción de vacancia, por 24 votos más de los 52 requeridos, y fijada para la media tarde la presentación de P. Castillo.
Sin duda se trata de un momento crucial, decisivo, para el país, que se desarrolla en la entraña misma del Poder Legislativo. Hagamos votos porque este se encuentre a la altura.
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