El calentamiento del planeta y su impacto en mares
El año se inició con una noticia lamentablemente preocupante. El anuncio de que para el 2030 el planeta alcanzaría un aumento del 1.5 en la temperatura ya se cumplió, pues diversos institutos de investigación y científicos confirmaron que desde el 2024 el promedio global de la temperatura se elevó. Esta subida de temperatura es un hecho real que se ha manifestado por las cuotas de desastres climáticos: desde incendios, como el que ocurrió en Los Ángeles, inundaciones en Arabia Saudita y una ola de calor en Australia.
Dichas manifestaciones también fueron confirmadas por el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), un programa que observa al planeta y pertenece a la Unión Europea, que detectó que el punto caliente se ubica en el Mediterráneo. De allí que este continente viene calentándose más rápido que la media mundial. Las olas de calor y el estrés se manifestaron con más severidad. Junto a ello, se esperan sequías prolongadas y un incremento de los riesgos de incendios.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) también ha lanzado la voz de alerta de que la temperatura media supere transitoriamente entre el 1.1 y 1.9 °C en uno de los próximos cinco años. Es por ello que los especialistas apuestan por la tecnología, que juega un papel importante porque se cuenta con la capacidad para monitorear el clima y ello guía las mejores acciones a tomar. Especialmente, se monitorean sectores en riesgo como la salud humana, que es afectada por falta de agua, energía o impacto en las cosechas y no se cuente con alimentos.
Los ecosistemas también están en riesgo debido a que, por las altas temperaturas, sequías o inundaciones, experimentarán en los próximos años cambios o un deterioro permanente.
En cuanto al impacto económico, este se traduce en una baja productividad en el trabajo debido a las olas de calor, pobreza, puesto que los huracanes, inundaciones o ciclones arrasan con todo lo material y con las poblaciones. Los especialistas afirman que, si no existe un manejo inteligente del recurso agua, en un futuro cercano, los países con escasez de agua tendrían un impacto en su PIB, que caería hasta un 6% en 2050.
También recomiendan que, usando el agua de manera más eficiente a través de implementar tecnologías ecológicas e invertir en infraestructura pública, se evitaría este desolador panorama. Si las empresas y sociedades trabajan para impactar menos en el planeta, se podrá manejar estas anomalías, pese a que un estudio del Instituto Potsdam vaticinó que la economía mundial caería una media de 19% por la crisis climática. Eso significa que es urgente invertir en mitigar el cambio climático.
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