El Brics y sus movidas frente al dólar

El bloque de economías emergentes del planeta integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que es una contraposición geopolítica y económica al denominado G7 que integran Estados Unidos, Francia, Alemania, Japón, Reino Unido y Canadá -como se lee, están más bien ubicados en Occidente-, acaba de reunirse los días 1 y 2 de junio, en su alto nivel de ministros de Relaciones Exteriores, en Cape Town, Sudáfrica, y más allá de que tienen una agenda muy elástica para su relacionamiento económico y de que vienen afinando la XV Cumbre del BRICS que se realizará en el mes de agosto próximo, precisamente en este importante país africano, lo cierto es que el objetivo de la reunión más técnica que política, ha girado en torno de comenzar a efectivizar el uso de monedas alternativas al dólar -en la práctica el yuan- en su diversidad de movilizaciones económicas y financieras.

Ciertamente, desde que el BRICS fuera avizorado por Jim O’Neill, del reconocido grupo de banca de inversión y valores Goldman Sachs en 2001, este bloque formalizado en 2009 cada vez ha ido ganando espacio y protagonismo en el sistema financiero y comercial internacional.

Representa alrededor del 44% de la población mundial. Suman un cuarto del territorio físico del planeta, y el comercio entre ellos representa casi un 20% del total internacional; y por si fuera poco, el ritmo de su crecimiento ya llega al 31% del PIB del mundo, con lo cual queda claro que económicamente estaría por encima del G7. Se han preocupado desde su origen en erigirse en una alternativa fundada en las fortalezas que poseen y ni que hablar de los cerca de 13 Estados que han expresado su intención de incorporarse al BRICS, entre ellos Argentina, de nuestra región.

Es visible el caso de Brasil, Sudáfrica y Rusia -a pesar de la guerra contra Ucrania-, como alternativas para colocar la inmensa cantidad de materias primas que deviene de sus riquezas naturales y el de China e India, aunque a veces se mastican, cuyo aporte viene sumando en el ámbito del desarrollo de las tecnologías y los servicios y de hecho ambos países, juntos tienen la mayor clase media en expansión, y su crecimiento es superior a la media global. Los socios del BRICS, por sus características, podrían constituirse en las potencias herederas del poderío económico, hoy todavía limitado a los miembros del llamado G7, y por esta última razón están apuntando osadamente a querer neutralizar al dólar, pero no será fácil pues no debemos olvidar de que Estados Unidos, que es uno de los mayores deudores, es también el mayor acreedor del planeta.

(*) Internacionalista y excanciller del Perú

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