El ausente presente
Recordando hoy, 24 de febrero, el primer aniversario de la temprana partida de Wilbert Piscoya Serrepe, ferreñafano, pintor egresado en 1989 en la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú, ENSABAP, José Luis Yanac, amigo y compañero de trabajo como docentes en Bellas Artes, quiere compartirnos apreciaciones de la obra y persona de Wilbert que hasta la fecha de su fallecimiento se desempeñaba como Director del Programa Académico de Educación Artística en ENSABAP participando en el proceso que llevó a la Escuela a su actual condición de Universidad
Organizamos cita con José Luis para una conversa, así tenemos en Crónicas obras que son parte de la serie fotografiada y registrada el 2012 por José Luis en casa de Wilbert días antes que se embalaran preparando su despacho a Canadá para la exposición individual de Wilbert en la School of Art de Ottawa. Mientras me va mostrando algunas de la serie, José Luis, con voz muy seria me dice “…el sentimiento creativo de su pintura rescata la identidad de sus raíces. Utiliza la arena como esencia de su lienzo habitado por personajes que trabajan, cazan, hacen música tienen tiempo de regocijo y se divierten en esos paisajes donde se respira el alma de su tierra que él plasma con sus matices en los que se refleja como un ser noble y sensible”. Esa calidad la mantiene Wilbert al pensar y escoger los momentos, actividades y escenarios en que narra situaciones que con su capacidad de visionario nos permite imaginar y participar en las escenas, vivencias comunitarias de épocas antiguas que también pueden ser y son actuales, danza, agricultura, caza, en las que participan sus personajes traídos al hoy con el pensamiento y llevados a la vida con su pintura que trabaja con témperas, acuarela, tierras de color, tintes naturales y acrílicos sobre arena que es la presencia continua de la suavidad del paisaje de su tierra norteña que en esta, su, visión de retorno está acompañada con seres puestos en sucesión de planos utilizando compositivamente gamas tonos y formas que organizando una unidad temática revelan otros tiempos y acciones vinculados a los mostrados en el tema principal. Manejo en que está presente el bagaje adquirido durante su formación en Bellas Artes, conocimientos que le permiten utilizar recursos teóricos y técnicos, que pudiendo ser básicos, son los que utiliza para construir un coherente lenguaje personal que fue apreciado y premiado durante los años que su obra fue vista, halagada, comprada en América, África, Asia y Europa quedando su paso custodiado y mostrado en museos, galerías, colecciones y las sedes diplomáticas que fueron tambos en su recorrido del que dan fe publicaciones y fotografías.
Es momento para que José Luis recuerde que Wilbert llevó una vida tranquila bastante lejana de la bohemia que supuestamente acompaña a los artistas. Al termino de sus labores académicas en la ENSABAP su ruta diaria era de regreso a casa. Con el mexicano Rufino Tamayo como su pintor guía, en sus calmadas conversaciones sobre arte peruano su tema era la identidad, valorando nuestra cultura en su variada manifestación, en todas las regiones, como fuente para la búsqueda hallazgo y trabajo con las nuevas formas de expresión artística en nuestro tiempo, que tuviesen ese lenguaje con que podríamos ser parte de la identidad sudamericana.
Ahora, recuerda a Wilbert, silencioso en la ejecución de su obra, era persona de carácter sobrio que lo mostraba igual en horas de labor, en el triunfo de un partido de futbol por aniversario institucional o la inauguración de sus muchas exposiciones. La primera individual en la Galería Santa Verónica, Chiclayo 1989; su primera internacional en Praxis Arte Internacional, Santiago de Chile, 1997. Luego vinieron muestras en Houston, Washington, Quito, Bienales y Ferias internacionales en América, Asia, África y Europa.
Vamos llegando al fin de nuestra grata conversación y volvemos al inicio de Wilbert que en 1989, año en que egresa en Bellas Artes fue ganador del Premio de Pintura 1989 Banco Central de Reserva del Perú que abre puertas a esta carrera que recoge Premios, que muestra comparte y promueve la búsqueda de una identidad nacional con sangre sudamericana.
Gracias, José Luis Yanac, por traer a Crónicas y Retratos el recuerdo de Wilbert Piscoya.
coresycalana@hotmail.com
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