El Apra es la auténtica oposición
Las elecciones de enero del próximo año serán de vital importancia. Uno de los objetivos de la oposición democrática debe ser evitar que las listas pro Vizcarra hagan, sumadas a los escaños que obtendrán los comunistas, mayoría calificada. Ello significaría un grave peligro para la democracia, las libertades y la corrección económica. Si ello sucede la lucha por evitar la venezualización del Perú será más compleja y dura. Sería para todo efecto práctico la instauración de una Asamblea Constituyente de facto. En este punto pienso que la tarea del Apra es clave, siendo aún la única organización que ha mantenido la claridad y coherencia desde la oposición; tanto en este proceso autoritario vizcarrista como en la denuncia de la corrupción de Kuczynski. Un PAP presente en el Parlamento nacional es garantía de fiscalización al Gobierno y de impulso de los temas que realmente interesan a las mayorías nacionales más allá del show que propondrá Vizcarra, su asesor argentino y el establishment que lo soporta. En el Apra encabezará la lista Mauricio Mulder, sin duda el parlamentario más caracterizado en la oposición a Palacio de Gobierno. Su experiencia y valentía son claves para el país. Estoy seguro que también serán de la contienda en la estrella rostros nuevos y talentosos que demostrarán que los casi 100 años de vida del Partido de Haya de la Torre se proyectan hacia el futuro. Jóvenes talentosos y con las ideas claras han participado en las internas como Alexander Torres Figallo, Renzo Ramos, Alexis Meléndez, Rut Huamán, Rosa Bazán, Renzo Ibáñez, Patricia Tubilla, entre otros. A su vez dirigentes de base como Óscar Fernández y Otton Alvites del Cono Norte y Luis Cornelio y Ursula León, ente otros del Cono Sur; también profesionales destacados como Vladimir Kocerha y Elsa Mantilla, entre otros. Pero no solo en Lima, en el norte del país destacan las postulaciones de Armando Rivas, de Winston Dávila en Lambayeque, de Miguel Guevara y Toño Valdivieso en Piura, de Victor León y Wilner Sánchez en La Libertad, de Jesús Díaz y Rocio Salcedo en Cajamarca, entre otros. Es verdad que la principal tarea de estos meses venideros será la de reorganizar la oposición, después del triste papel que, como expresión mayoritaria, cumplió el fujimorismo. Ello implica encabezar y agregar los intereses de la agenda social postergada en cuanto a la seguridad ciudadana, al empleo, a la resolución de la conflictiva social, a la justicia social en el tema del agua, a la salud pública, entre otros. Todo esto debe articularse con la representación que logren las corrientes opositoras, de las que estoy seguro el Apra será un gran eje articulador.