El amor puede superar todas las barreras

El amor es un sentimiento profundo que nace del corazón, que no tiene límites, es inmensurable, es demostrado a través de las acciones, es filántropo, incondicional, tiene como referente la propia naturaleza, se puede prescindir de muchas cosas, empero el amor es vida, ubica a la persona en otro plano, que permite no pensar en ti, sino en las otras personas que necesitan de ti, aunque existe excepciones, muchas veces, renuncias por amor, para que otras personas sean felices. Muchas veces, el sentimiento del amor permite reflexionar si estás haciendo bien las cosas, si las personas merecen el amor que les profesas, cuando no existe reciprocidad. Podríamos plantear que el amor no tiene límites, pero hace pensar en determinado momento de la vida, si a las personas que se relacionan contigo y les otorgas amor lo sienten igual, lo comprenden, lo valoran, es importante para la supervivencia emocional.

El amor no es egoísta, pero muchas veces se convierte en una obsesión posesiva, no solamente en la relación de pareja, sino con los hijos, hermanos, familia, amistades, que en lugar de construir una buena relación se vuelve dañina, no crece ni se desarrolla, todo lo contrario, se vuelve conformista por haberse perdido la fe y la esperanza, solamente satisface sus deseos sin pensar en nadie más. Inclusive la relación se convierte en tóxica, celotipia, desconfianza, que dan cabida a crear en la mente escenarios que no son reales, desencadenando en la muerte de la pareja, quedando la familia acéfala, destruida, sin soporte emocional, abandonados a su suerte.

Tener amor es saber soportar a la primera incidencia que suceda no hay que echar todo por la borda, es importante conversar, analizar cómo sucedieron las cosas, corregirlas, porque se originaron y tener la voluntad de hacer las cosas bien. Es ser bondadoso, pensar en la otra persona, ayudarla a que se hagan bien las cosas, que haya prosperidad. El amor es no tener envidia, uno no puede sentir envidia por las personas que amas, todo lo contrario, pensando siempre que le vaya bien y mejor. Una de las características del amor es no ser presumido, que todo lo sabes, que tienes la razón en todo, que nadie sabe más que tú, hay que ser humilde, no orgulloso, porque no permite que puedas percibir las cosas en su real dimensión, el orgullo mata el amor y las relaciones humanas. El amor no debe ser grosero, ni egoísta, en esencia debe ser libre sin condiciones sino pensar en el bienestar de las otras personas. El amor es no enojarse ni guardar rencor, todo lo contrario, buscar la armonía, integración, admitir que todos podemos equivocarnos, pero estamos dispuestos a cambiar las cosas por la salud de una buena relación.

Tener amor significa no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad, que hará libre al ser humano, las injusticias destruyen al ser humano, la familia, la sociedad, dando origen al resentimiento social. Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperando todo y soportarlo todo. El amor transforma a la persona, cuando yo era niño hablaba, pensaba y razonaba como un niño; pero al hacerme hombre dejé atrás lo que era propio de un niño.

Cuando nos referimos que el amor no tiene barreras, porque podemos amar a los seres humanos sin condiciones, a los animales, porque no tienen razón, pero con cariño podemos hacerlos dóciles y a las plantas, que tienen sensibilidad, porque podemos acariciarlas y recibir su energía que nos da paz.

Tres cosas hay que son permanentes: la fe, la esperanza y el amor; pero la más importante de las tres es el amor. “Supremacía del amor” I de Corintios, Capítulo 13, versículo 4 al 13.

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