El amor es importante en nuestras vidas

Es un sentimiento profundo que se encuentra en la naturaleza humana. Se demuestra con actitudes, acciones, detalles, gestos, caricias, ternura y sacrificio, porque a veces se renuncia por amor. En ocasiones, las personas se privan de realizar algo con tal de que los hijos logren sus objetivos. Sin amor no hay nada. Puede existir cariño, ternura, admiración, querer a otra persona, pero amar es otra cosa: es integrarse de forma incondicional con los afectos de una pareja, los hijos, los padres, los hermanos. Por lo tanto, nadie es feliz sin amor.
Hasta los enfermos mentales necesitan amor. Los pacientes psiquiátricos, cuando se les presta atención y cariño, y se les motiva a realizar actividades, se sienten queridos. Recuerdo que tuve la oportunidad de hacer el internado de Psicología en el pabellón de retardo mental del hospital Víctor Larco Herrera. Había pacientes de todos los grados: leves, moderados y graves. Respondían al tratamiento si este se realizaba con compromiso emocional, con la finalidad de que salieran adelante y no empeoraran. Existen casos irreversibles, pero hay que darles calidad de vida.
Los animales también necesitan amor. Se dice que el mejor amigo del ser humano es el perro. Conozco personas que no tienen hijos y, para llenar ese vacío, adoptan mascotas a las que crían como si fueran sus hijos. Se preocupan por su alimentación, medicinas, aseo, peluquería y hasta festejan sus cumpleaños como si fueran humanos. Lo mismo ocurre con las plantas: reciben la energía del ser humano a través de los cuidados, y también devuelven esa energía. Recuerda cuando visitas un bosque, un jardín frondoso o tienes plantas en casa: las riegas y ellas transmiten paz. No es igual estudiar en un cuarto vacío que en uno lleno de plantas. Se dice: “Un hogar sin libros es como un jardín sin flores”.
El amor representa la vida y los sentimientos; es el motor del ser humano desde su concepción. El concebido, que se encuentra en el claustro materno durante nueve meses, necesita el amor de sus padres. El derecho a la vida está regulado en nuestra Constitución, artículo 2, que establece los derechos fundamentales de la persona. Los niños deben desarrollarse con amor y buenos ejemplos para formar una personalidad segura. Existen excepciones: niños que nacen en hospitales u orfanatos y son dados en adopción. El Estado debe otorgarles protección y seguridad. Incluso si son fruto de una violación o presentan malformaciones, solo se permite interrumpir la gestación si la vida de la madre está en peligro. En nuestra legislación peruana está prohibido el aborto, aunque existen dos iniciativas legislativas que lo permiten en casos de agresión sexual o malformación congénita. Hasta la fecha, el pleno del Congreso no se ha pronunciado.
Las madres necesitan protección de la familia, el Estado y la sociedad. Algunas mujeres no desean tener hijos; prefieren trabajar o adoptar. Conocí a una mujer que se avergonzaba de su embarazo; luego adoptó dos niñas, pero no supo darles amor. Se independizaron y se fueron al extranjero.
Los ancianos necesitan mucho amor. En el fondo, son como niños: requieren cariño, comprensión, ternura, paciencia y tolerancia.

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