Ejercicios Militares Internacionales
Los ejercicios militares son prácticas entre naciones para mejorar la interoperabilidad y el entrenamiento de sus fuerzas armadas. Varían entre maniobras en tiempos de paz con aliados hasta adiestramientos en contextos de tensión geopolítica. Un ejemplo es la visita del portaaviones estadounidense USS George Washington en aguas peruanas, parte de las Maniobras Southern Seas 2024. El despliegue buscaba aumentar las competencias de las fuerzas marítimas, contrarrestar amenazas y fortalecer relaciones entre aliados.
El portaaviones George Washington partió de Virginia, Norteamérica, en su recorrido hacia Japón, participando en maniobras con armadas en naciones amigas latinoamericanas. La 4ª Flota llegó con un destructor de misiles guiados, un petrolero de reabastecimiento, 20 aeronaves y 6 helicópteros, realizando ejercicios y operaciones con fuerzas navales de Argentina, Colombia, Ecuador, Uruguay, incluyendo puertos en Brasil, Chile y Perú.
Perú participa en otros ejercicios internacionales como Unitas, uno de los ejercicios más antiguos, iniciado en 1959, que reunió en 2023 a más de 4,500 efectivos, 23 buques, tres submarinos y 29 aeronaves en su edición LXIV.
Solidarex 2023 desarrolla capacidades de las fuerzas multinacionales para mitigar desastres naturales. Resolute Sentinel, operaciones multidominio con el Componente Aéreo del Comando Sur norteamericano, busca interoperabilidad y apoyo mutuo, incluyendo a 1,100 militares de Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Panamá, Perú, Reino Unido y Uruguay.
En un contexto geopolítico de tensiones, los ejercicios militares adquieren un significado distinto, como la alianza entre China, Rusia e Irán en maniobras del “Cinturón de Seguridad Marina 2024”, con 20 buques, embarcaciones de apoyo, lanchas de combate y helicópteros. Los objetivos incluyen mejorar el comercio, combatir la piratería y el terrorismo, realizar actividades humanitarias y de rescate, y compartir información. Sin embargo, el contexto en el que se desarrollan genera preocupación por los conflictos activos en sus respectivas regiones.
China enfrenta a Taiwán en un conflicto latente, exacerbado con incursiones en el Indo-Pacífico. Rusia prolonga la guerra con Ucrania, con sanciones internacionales y la creciente cooperación militar entre miembros de la OTAN. Mientras que Irán busca dominar Medio Oriente con sus aliados y grupos proxy como Hezbolá en Líbano, los Hutíes en Yemen y Hamas en Gaza. Las actividades militares se convierten en demostraciones de poder y advertencias contra Estados Unidos y sus aliados occidentales. Pueden interpretarse como una demostración de capacidad de respuesta y preparación militar en un escenario de confrontación.
Las reglas y notificaciones en ejercicios militares varían según acuerdos bilaterales y multilaterales. Rusia afirma que no notificará a EE.UU. sobre las pruebas del vehículo submarino no tripulado de propulsión nuclear Poseidón, con cabezas de guerra convencionales o nucleares, diseñado como arma para represalias. Sus capacidades se mantienen en secreto, y su desarrollo se aceleró tras la retirada de EE.UU. del Tratado sobre Misiles Antibalísticos en 2000.
Los ejercicios militares juegan un importante rol, preparando y coordinando fuerzas armadas globales. Son parte de una rutina de entrenamiento para fortalecer alianzas en tiempos de paz; pero otros como los realizados por China, Rusia e Irán en el golfo de Omán incrementan las tensiones. La falta de notificación sobre pruebas de nuevos armamentos, como el Poseidón ruso, crea incertidumbre en las relaciones internacionales donde es esencial comprender las motivaciones tras los ejercicios para evaluar su impacto en la estabilidad y seguridad global.
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