Economía en inercia de reposo
En nuestro país, qué opuesta parece ser la política de la economía, basta con ver las encuestas donde de un lado aparece el presidente Vizcarra gozando nuevamente en lo político de la aprobación ciudadana, como la última efectuada por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) donde alcanza un 47 % de respaldo, con una subida de 8 puntos con respecto al mes de mayo, aunque muchos lo lean más bien como un empate técnico con su índice de desaprobación de 45 %. En tanto que del otro, cuando se aborda en forma “espontánea” el tema económico y ante la interrogante planteada de ¿cómo percibe la reactivación económica por parte de este gobierno?, un 58 % responde negativamente, vemos que desde la pregunta se acepta que existe un estancamiento de la economía y basta recorrer la calle, los mercados, los negocios, es decir todo lo que es el mundo del ciudadano a pie para confirmar la desazón que existe en el plano económico.
Ya es evidente por ejemplo que este año no alcanzaremos la cifra que nos permita romper la inercia del 3 % en que nos encontramos, ya casi a mitad de año es muy difícil que se revierta, los indicadores no son halagüeños, inversión bruta fija pública en descenso -10.1 % en el primer trimestre del año, magro consumo privado de 3.4 % y público de -2.5 %, que hace que la demanda interna apenas haya sido de 1.7 % frente al 4.3 % del mismo período del año pasado, la creación de puestos de trabajo en el sector privado en lo que va del año muestran también una tendencia negativa, como nos muestra la última nota semanal del 20 de junio del Banco Central de Reserva del Perú.
La verdad es que en el Gobierno no se aprecia una política clara y efectiva para relanzar la economía, teniendo según cifras del Instituto Peruano de Economía (IPE ) 8,000 millones de dólares de inversión en proyectos mineros estancados, que pueden generar nueve empleos indirectos por cada puesto de trabajo directo, es preocupante que el Gobierno actúe con una parsimonia para que se logre la ansiada licencia social por parte de la población, en el caso de Tía María se anuncia la instalación de una mesa de diálogo en el Tambo, algo que ya ha debido hacerse hace tiempo porque este problema no es nuevo, pensamos que con la planta de agua desalinizada que se construiría por parte de Southern no tendría que haber tanta oposición.
Por más que Moody diga que el Perú fue el único país de la región que mantuvo su calificación de A3, nada de esto se va a poder conservar si el Gobierno no le pone más punche al manejo económico, viendo también que otras encuestas muestren que las candidaturas antisistema vienen creciendo y amenazan el 2021.