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Dominen el sur y esto acaba
Nos mostraron la bandera roja. Nos dijeron lo que pensaban hacer con nuestro país y los soslayamos. Asesinar y quemar a un policía de sólo 29 años no es una protesta legítima. Ensañarse con el cuerpo del suboficial José Luis Soncco Quispe, quemado vivo, como lo hicieron los terroristas que están destruyendo el sur de nuestro país, las esperanzas de trabajo y desarrollo de millones de peruanos, no responde a la indignación de los “pobres”. Me niego a pensar que la población pobre del Perú tenga el asesinato y la autodestrucción en las venas. Esta no es una movilización por reivindicaciones; es un ataque coordinado de las mafias y del socialismo delincuencial para tomar el poder a la fuerza. Un poder que, señores, acéptenlo, ya perdieron.
La Constitución Política del Perú garantiza y faculta a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional del Perú en la defensa del país y la recuperación del orden interno. Los que piden a gritos, saqueos, asesinatos y destrucción que se cambie la Constitución deberían saber lo que dicta la máxima ley que rige al Perú.
Asimismo, nuestra Constitución indica que nadie debe obediencia a un gobierno usurpador, mucho menos a quienes asumen funciones públicas en violación de la Constitución y de las leyes. Si alguna persona hambrienta de poder y armado de violencia se le ocurriría realizar sólo una de los dos aspectos antes mencionados, la población civil tiene el total derecho de insurgencia en defensa del orden constitucional. Sí, leyeron bien, el orden constitucional.
Ese orden constitucional se ha cumplido con la asunción de Dina Boluarte a la presidencia. ¿No les gusta? Lo sentimos, eso es lo que ordena la estructura del poder y todo demócrata, aunque se destroce los nudillos en la pared por insatisfacción, respetará. La presidenta Boluarte no puede ni debe renunciar. En sus manos está que el país continúe el cauce de la transición, elecciones y un nuevo gobierno. Pero ello no se logrará si las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional no recuperan el orden interno y aplastan los racimos de terrorismo que han surgido. El mapa de la violencia se concentra en la zona sur del país; el Norte, Costa y el centro del Perú siguen trabajando para salir de la pobreza. Es decir, están dibujando una convulsión de violencia a nivel nacional, cuando sus fuerzas están centradas en algunas regiones del sur. Los rojos son talentosos para crear falsas realidades.
La defensa del Estado y su población es una defensa legítima. Los que no aceptan esa defensa legítima, basada en un orden de poder legal, están destinados a crear el caos. ¿Qué necesita Boluarte? Nombrar a personas idóneas, valientes y capaces, en los ministerios claves: Justicia, Interior y Defensa. Los ministros que renunciaron son cobardes y nada capaces. Aún está a tiempo para poner orden, presidenta. No permita que los perdedores, delincuentes, mineros ilegales y narcoterroristas se burlen de usted y del país.