Dinamitando la economía y el futuro del país

Cada día queda más claro lo acertada y admonitoria que fue aquella frase de “sombrero luminoso” con que un analista español etiquetó a quien funge de presidente de la República, pero que no honra ni la investidura (que personifica a la Nación) ni las funciones que el cargo supone (jefe de Estado y jefe de gobierno).

En los 118 días que lleva paseando en carro blindado, aeronaves (¿y vestimenta al estilo boliviano-caribeño-chavista?) a costo del Estado y generando remuneración varias veces mayor a la que ganaba como docente en licencia sindical permanente, P. Castillo ha puesto todas las condiciones y personas necesarias para destruir al país de una manera ciertamente intencional y sin duda premeditada.

El Perú atraviesa desde hace ya cerca de dos años una grave crisis económica y social derivada fundamentalmente de la epidemia del Covid 19, pero también de la deficiente y corrupta gestión de los dos últimos gobiernos nacionales y de buena parte de los gobiernos regionales y locales a cargo de autoridades vinculadas al marxismo.

No obstante que en medio de tal panorama incierto y lleno de desafíos para micro, pequeños y medianos emprendedores, los analistas económicos han identificado que sectores como el de la minería han logrado resultados alentadores gracias a un escenario internacional de altos precios, lo que permite al Estado, vía impuestos, captar recursos necesarios para afrontar la crisis, es fácil advertir que desde las más altas esferas del Poder Ejecutivo surgen maniobras destinadas a neutralizar el aporte de la iniciativa privada y de destruir su capacidad generadora de riqueza.

Ya no es solo la amenaza de buscar imponer una Asamblea Constituyente y generar una etapa de limbo normativo y orgánico para el Estado mismo y sus habitantes, sino la agresión concreta y cierta materializada por la misma presidenta del Consejo de Ministros (PCM) hacia emprendimientos y proyectos mineros en marcha, respaldados con sendos contratos que Estado y concesionarios están obligados a cumplir.

¿Fue casualidad escoger como PCM a una oenegera antiminera, ex brazo derecho de un cura marxista responsable de la desgracia del pueblo de Cajamarca, y hoy alfil de otra marxista ligada desde las entrañas a la minería ilegal, aquella que depreda, contamina y explota seres humanos donde la minería formal está ausente o es ahuyentada?

¡La respuesta es un no rotundo! P. Castillo busca agudizar la crisis económica y social del país para imponer el antisistema que representa el marxismo- leninismo- maoísmo- pensamiento Gonzalo.

¡Urge entonces vacar a tremendo enemigo del Perú!

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