Dina-Vladi: choque de pañuelazos

Mañana lunes 15 se cumplirán 100 días desde que el ex gobernador de Junín y cabecilla de diversas acciones delictivas (según resoluciones judiciales e imputaciones del ministerio público), a la par que secretario general del partido Perú Libre, Vladimir Cerrón Rojas, mantiene la condición de prófugo de la justicia. 100 días durante los cuales se ha permitido lanzar arengas y mensajes a través de las redes sociales, reclamándose “perseguido político”.

Es un periodo largo y sospechoso por la dimensión e influencia que tuvo este personaje a inicios de la presente década, logrando nada menos que consagrar a Pedro Castillo como presidente de la república, luego de convencerlo para encabezar la fórmula de su agrupación junto a Dina Boluarte.

Una elección que solo se explica por el voto de negación hacia Keiko Fujimori y no por virtudes visibles de quien hoy cumple prisión preventiva debido al intento de golpe de Estado del 7 de diciembre de 2022 y suma otra variedad de acusaciones camino a probarse como flagrantes actos de corrupción.

Precisamente, por haber estado bajo la lupa fiscal en el mismo cogollo de la banda denominada “los dinámicos del centro” (a la que se le atribuye una ilegal captación de recursos públicos para la campaña electoral del 2021 y el pago de la reparación civil de Cerrón) se dijo desde el principio que cabía una alta posibilidad de protección encubierta al ex gobernador dispuesta por la ahora jefe de estado Boluarte y el suficiente relajo policial que engordara la vista de los efectivos del orden en caso ubicaran su paradero.

Algo contradictorio para una PNP que, en medio de múltiples limitaciones, viene realizando exitosos megaoperativos contra organizaciones criminales dedicadas a la trata de personas y la extorsión, lo cual demuestra el músculo de sus equipos de inteligencia.

Sin embargo, justo ayer se supo que la Brigada Especial contra el Crimen de la PNP estuvo a punto de capturar a Cerrón en un inmueble de Ventanilla perteneciente a una militante de Perú Libre, el cual fue allanado junto a otra vivienda del Callao.

Ello en medio de un fuego cruzado de palabras entre el prófugo y la presidenta donde el primero –a través de una entrevista concedida desde “la clandestinidad” al diario Correo– acusa a la segunda de haber propiciado un supuesto golpe de estado contra Castillo (“bajo el auspicio de la embajada de los Estados Unidos”) y haber sido desleal a su persona y al partido.

Boluarte, por primera vez en estos 100 días, respondió fuerte a Cerrón sin aludirlo directamente desde Pichanaqui, Junín (la tierra del mencionado), señalando: “(nadie) nos va a detener; no son perseguidos políticos, deben dar la cara a la justicia”.

Cerrón y Boluarte no han sacado floretes. Apenas se trata de una escaramuza verbal y un choque de pañuelazos. Lo cierto es que solo la captura del prófugo alejará de Dina cualquier tufillo de pactos tácitos y búsqueda de impunidad para el delincuente.

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