¡Dina Boluarte justifica la delincuencia!
La presidenta de la República, Dina Boluarte, reapareció tras una sospechosa ausencia de varios días (¿acaso se sometió a algún tratamiento estético?) en medio del paro de transportistas que exigen que paren las extorsiones, para justificar la delincuencia.
Según la mandataria, los malhechores cometen actos criminales porque no tienen empleo. “El que delinque es porque no tiene un ingreso, seguramente”, aseveró, suelta de huesos, la gobernante durante una actividad en Piura.
En simple, para Boluarte, el facineroso es una víctima de la sociedad, de modo que, como el “papá Estado” no le brinda un trabajo “digno”, al pobrecito no le queda otra que delinquir. Ese es el típico discurso de los izquierdistas para defender los derechos humanos de los desechos humanos.
Lo dicho por la dignataria es contrario a la idiosincrasia del peruano de a pie, que, en su mayoría, sale adelante a pesar de gobiernos inútiles. En este país informal, el que no trabaja, no come: no somos como otras naciones malacostumbradas a vivir de subsidios. Y, dado que el Estado no le ofrece al ciudadano siquiera seguridad, los microempresarios arriesgan sus vidas, porque son amedrentados por forajidos que les cobran cupos para llevar algo de comer a sus familias.
La inseguridad ciudadana arrecia, pero no existe, desde el Ejecutivo, el liderazgo necesario para combatir el crimen. Los inservibles estados de emergencia son un saludo a la bandera: ¿por qué se espera un resultado diferente si se sigue haciendo lo mismo? Urge, pues, empoderar política y legalmente a la Policía Nacional para que los efectivos puedan abatir sin temor a acabar presos a los delincuentes.
Además, se debe construir de inmediato una megacárcel, en donde los criminales pasen las de Caín, ya que no puede ser posible que los centros penitenciarios sean hostales de paso o, aun peor, escuelas de malhechores.
Recientemente, ha circulado un video en redes sociales que muestra que el penal de Lurigancho se ha convertido en una especie de Mistura, cuando las cárceles tienen que ser el infierno en la tierra, así las ONG caviares chillen ante el ideologizado Sistema Interamericano de Derechos Humanos, del que es menester que el Perú se salga para poder empezar una verdadera lucha contra la criminalidad, como viene ocurriendo, con un éxito tremendo, en El Salvador de Nayib Bukele.
Pero eso no sucederá con una mandataria zurda que justifica la delincuencia, y menos con un Parlamento que aprueba leyes que favorecen a los facinerosos. ¿Cómo es posible que se requiera la presencia de un abogado para allanar un búnker repleto de integrantes del ‘Tren de Aragua’? Tenemos incompetentes para exportar, definitivamente.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.