¿Dictadura parlamentaria? Ja, ja, ja.
Las redes sociales están inundadas de llanto caviar tras la aprobación del informe final en la Comisión de Justicia del Parlamento que recomienda la destitución de los integrantes de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) por causa grave.
El documento definitivo determinó que los juntistas incurrieron en falta al: 1) emitir un comunicado para evitar que el Congreso inhabilite a la exfiscal de la Nación Zoraida Ávalos, 2) permitir la permanencia de Inés Tello, quien tiene 78 años, en la JNJ, interpretando a su antojo el artículo 156 de la Constitución e 3) incumplir con la entrega de informes anuales al Legislativo.
Será, finalmente, el Pleno del Congreso el que decida si corresponde la destitución de los miembros de la JNJ (cada caso tendría que verse de forma individual a fin de garantizar el debido proceso), para lo que se necesita 87 adhesiones. Se trata, pues, de una cifra de votos harto complicada de conseguir, por lo que se requiere el consenso de las diferentes bancadas: es la misma cantidad que se solicita, por ejemplo, para vacar a un presidente por incapacidad moral permanente o para la elección de un magistrado del Tribunal Constitucional.
Es por eso que no se puede hablar tan alegremente de que estamos frente a una dictadura parlamentaria, como ha sostenido, con desparpajo, el lagarto Martín Vizcarra, padre del ideologizado organismo encargado de nombrar, ratificar y destituir a jueces y fiscales en el país.
Al igual que Vizcarra, quien asestó un golpe de Estado al cerrar inconstitucionalmente el Parlamento, un grupo de nocivos caviares ha difundido un video, desde la cuenta en X de la ONG de izquierda Transparencia, en donde cuestionan la prerrogativa constitucional del Legislativo de remover a los magistrados de la JNJ. En este clip, podemos ver a Marisol Pérez Tello, Indira Huilca, Gino Costa, Alfonso López-Chau, entre otros, escupiendo su veneno.
Esta es una campaña desesperada de la progresía para no perder el control de la JNJ, que pretende desaforar a la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, por haber impulsado las investigaciones por corrupción contra el golpista expresidente Pedro Castillo. ¿Acaso los caviares no tenían su cuota de poder en el Gobierno del analfabeto funcional? Benavides, sin embargo, sabe defenderse y ha conseguido legalmente que las 30 indagaciones preliminares que obran en la Junta, con las que buscan expectorarla abusivamente del Ministerio Público, queden suspendidas.
El Parlamento no puede ceder ante la chilla caviar y debe actuar conforme al artículo 157 de la Constitución y fumigar los elementos negativos de la JNJ. La primera en salir tiene que ser Inés Tello, cuyo discurso lastimero acerca de que es discriminada por ser una persona de la tercera edad es vomitivo.
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