Diálogo social ausente, Ejecutivo sin brújula, Parlamento deslegitimado y la vuelta del Apra

El diálogo político convocado por el gobierno de Boluarte es positivo pues está recogiendo la opinión de todos los partidos políticos inscritos y en vías de lograr el registro. Es un primer gesto del Ejecutivo por ir construyendo una agenda consensual de salida de la crisis. Al menos ello afirma reiteradamente el primer ministro Otárola. No está mal. Sin embargo, es aún insuficiente para una salida concreta de las actuales circunstancias que requieren ir hacia el tejido social.

Más allá de las organizaciones políticas, el Ejecutivo debe convocar a un amplio diálogo social con dirigencias y organizaciones de base para abordar la agenda social postergada en el país. A la insatisfacción de las zonas altas del sur andino se puede sumar una agenda popular de Lima en pos de agua e infraestructura popular que podría asfixiar al Ejecutivo si los intereses y demandas se agregan. Tampoco ayudan por cierto las declaraciones de Otárola deslindando responsabilidades y cargándole la espalda a las FF.AA. por los fallecimientos. Es otro error y grueso.

Lo curioso es que cuando el Ejecutivo aparece sin brújula y lo lógico sería que el Parlamento pueda empezar a colocar temas sociales o de reforma política gravitantes en el centro del debate, éste cae en frivolidades y en el descrédito por sus acciones administrativo-operativas y -peor aún- por declaraciones vergonzosas de parlamentarios de la oposición a Castillo. Juegan a ser la “María Antonieta” de la Revolución Francesa y -aunque crean que tengan segura la permanencia hasta 2026- pueden terminar perdiendo todo por su soberbia, torpeza e insensibilidad.

Siento que el país puede caminar hacia nuevas batallas institucionales estériles -Ministerio Público vs. Junta Nacional de Justicia, entre otras- por falta de liderazgo y rumbo. Ello es grave y la solución pareciera ser un cambio total en elecciones anticipadas en plazos responsables para tener reformas mínimas. Esto que hoy luce lejano puede precipitarse por errores del Gobierno y el Congreso que sigan enervando a la población.

No quería terminar este texto para Diario Expreso sin mencionar la importancia del Partido de Haya de la Torre en estos momentos. El Apra perdió su registro al ser impedidas el 90% de sus listas para la elección de 2021. En nuestro entender aquel atropello fue un abuso de parte de Salas Arenas que, con doble voto, resolvió la causa electoral que finalmente nos sacó de carrera.

Aquello nos obligó a buscar la reinscripción y finalmente hemos logrado presentar casi 40 mil afiliados válidos y 71 comités provinciales al JNE. Ello ha merecido -ante la inminencia de nuestro retorno- la presentación de tachas que parece serán superadas del todo en segunda instancia en los próximos días. El mensaje del Apra, de paz con justicia social, es ahora primordial y clave. Podemos ofrecer la paz que la izquierda marxista no quiere y construir la Justicia Social de la que no quiere hablar la derecha. Un cambio democrático y social que el Perú necesita, respetando las libertades y frenando los abusos.

Por último, quiero felicitar públicamente al Comité Provincial del Apra en el Callao, dirigido por Carlos Chamochumbi y su trabajo de pintas políticas. Este esfuerzo impulsado con determinación por Marlene Gutiérrez, Diva Rivas, entre otros leales activistas. ¡Sigan en esa línea!

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