Día Mundial Sin Tabaco: protejamos la salud pública

Cada 31 de mayo se conmemora el Día Mundial Sin Tabaco, una fecha impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para sensibilizar sobre los peligros del consumo de tabaco y promover políticas eficaces para reducir su impacto. En el mundo, el tabaco mata a más de 8 millones de personas cada año, de las cuales más de 1 millón son no fumadores expuestos al humo ajeno. El Perú no es ajeno a esta crisis: se estima que más de 2 millones de peruanos fuman, siendo el tabaquismo una de las principales causas prevenibles de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cáncer.
Múltiples estudios científicos han demostrado de manera concluyente que fumar tabaco causa cáncer. De hecho, el tabaco es el principal factor de riesgo para al menos 17 tipos distintos de cáncer, incluyendo el de pulmón, boca, garganta, esófago, páncreas, vejiga y riñón. Según la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), el 85 % de los casos de cáncer de pulmón están relacionados con el tabaquismo. Esta evidencia convierte al tabaco en una de las amenazas más graves para la salud pública mundial.
La Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) 2023 reveló que el 9,6 % de hombres y el 2,5 % de mujeres entre 15 y 59 años consumen tabaco, siendo la prevalencia mayor en jóvenes entre 18 y 24 años. Este grupo etario es también el más vulnerable a los productos emergentes como los cigarrillos electrónicos, que han ganado popularidad bajo la falsa percepción de ser inofensivos.
El vapeo o uso de cigarrillos electrónicos, lejos de ser una alternativa segura, representa un nuevo desafío para la salud pública. Aunque algunos lo ven como una herramienta para dejar de fumar, estudios recientes han demostrado que los vapes también contienen sustancias tóxicas y adictivas como la nicotina, además de saborizantes y metales pesados perjudiciales para el organismo. En Perú, el acceso fácil, la publicidad dirigida a menores y la falta de regulación estricta han contribuido a un aumento en su consumo, especialmente en adolescentes. Urge una legislación clara y campañas de prevención que informen de forma honesta sobre sus riesgos reales.
El Día Mundial Sin Tabaco no es solo una oportunidad para dejar de fumar; es un llamado a fortalecer políticas públicas como el aumento de impuestos al tabaco, la implementación de espacios 100 % libres de humo, el control estricto de la publicidad y el acceso universal a servicios para dejar de fumar. En un país donde miles de personas mueren cada año por enfermedades prevenibles relacionadas al tabaco, no se trata de una elección personal: se trata de una responsabilidad colectiva con la salud del país.

@sandrostapleton

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