Detrás de cada éxito existe un gran motivo
Los seres humanos se desarrollan trazándose metas, objetivos y fines para lograr sus realizaciones en las diferentes áreas que se han propuesto, definitivamente importa una motivación interna que se encuentra dentro de cada persona y otra externa, que son las herramientas que encuentran las personas en el medio social que se desenvuelven para lograr su fines.
Ahora bien, se dice que detrás de los logros de un hombre existe una gran mujer y al revés, pero en la realidad esta situación es relativa porque he encontrado parejas motivadoras; sin embargo, personas que no dan para atrás ni adelante simplemente porque son conformistas, sintiéndose bien con lo poco que tienen sin preocuparse en surgir, no obstante teniendo todas las posibilidades de poder lograr muchas cosas no las aprovechan, la pregunta que sale a relucir: ¿Por qué unas personas surgen más que otras a pesar de tener las mismas posibilidades? La respuesta se encuentra en lo que eres, no en lo que quisieras ser, simplemente porque no has aprovechado las oportunidades, existe siempre una línea de tiempo en lo que eres y quisieras ser y si no lo logras ya fuiste, no es igual tener treinta, cuarenta, cincuenta o sesenta años, las fuerzas físicas, psicológicas y espirituales no son las mismas, pero cuando posees esa llama interior o la voz que aparece en la mente orientándote que debes seguir adelante la edad es relativa.
Por ejemplo conocí a un médico cirujano de setenta y siete años, lúcido, orientado en espacio, tiempo y persona, excelente pulso para manejar el bisturí, la pregunta es qué factores intervienen en este competente profesional, en primer lugar su vocación de servicio, la preparación interior para asumir los retos en cada intervención quirúrgica y la experiencia acumulada a través de los años que le han otorgado éxitos y satisfacciones y decir en su momento misión cumplida.
Recuerdo a un joven profesional en leyes cuando le pregunté cómo nació su vocación, si la familia, los padres en algún momento le dijeron que sea abogado, me respondió que no, y me contó que cuando era estudiante de colegio su padre lo mandaba a dejar escritos en los escribanos que llevaban los procesos, que les conocía como secretarios de juzgado, ahora especialistas legales, y vivía en el Puerto del Callao, donde vivía mucha gente amigo de lo ajeno y en la calle se veía muchos atracos y esa experiencia fue moldeando su personalidad para ser abogado, le dije bonita experiencia y gratificante y me dijo eso no es todo, hay más le dije, sí me contestó, cuéntame le dije, y me contó que había tenido una experiencia importante cuando se graduó de abogado y fue nombrado Juez de Paz No Letrado, que se encargaba de administrar justicia bajo la solución de conflictos, logrando concluir que los vecinos del lugar llevaban sus problemas personales, familiares y de vecinos al Juzgado, para encontrar una solución a sus conflictos.
Fue donde me dijo que detrás de los conflictos de convivencia había percibido que todos sin excepción tenían un fondo psicológico irresuelto, le dije qué gran experiencia y de qué forma percibes a las personas, me contestó que detrás de la ley existe un componente psicológico irresuelto que muchas veces no son conscientes de ello y otros, a pesar de ser conscientes, no tienen las herramientas para manejar sus conductas. Fue una experiencia indescriptible que me motivó a estudiar psicología y desde esta perspectiva trato de ayudar a la gente para que conviva en armonía, respeto y comunicación consigo mismo y los demás. “Eres lo que quieres ser”.