Desconfianza y polarización: economías en conflicto

El último Barómetro de la Confianza Latam 2023, estudio que realiza cada año Edelman a nivel global para medir la confianza ciudadana en cuatro sectores claves que permiten la convivencia social (empresas, gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación), revela altos niveles de desconfianza que ponen en riesgo el tejido social y la gobernabilidad, alimentando una polarización que se escapa de nuestras manos (el informe completo del estudio lo encuentran en www.PacificLatam.com).

El informe concluye que transitamos un mundo polarizado por cuatro fuerzas: (1) Preocupaciones económicas que afectan nuestro optimismo; (2) Desequilibrio institucional que se refleja en una mayor confianza en el sector empresarial; (3) División de clases donde las personas del cuartil superior de ingresos viven una realidad de confianza diferente a las del cuartil inferior; y (4) Lucha por la verdad en medio de cámaras de eco (consumo sesgado de medios) que surgen producto de la desconfianza.

Somos la región del mundo que presenta la mayor brecha de confianza entre gobiernos y empresas, siendo líderes gubernamentales y periodistas los personajes menos confiables. Vivimos en sociedades con alto riesgo de polarización que se profundiza cuando coinciden desconfianza, débil tejido social e injusticias.

Sólo empresas y ONG son vistas como competentes y éticas, pero las altas expectativas que tienen los ciudadanos en ellas para encontrar soluciones ante sus necesidades las convierten en sectores altamente vulnerables.

¿Cómo recuperar la confianza si los protagonistas de la transformación social se encuentran maniatados y envueltos en un laberinto de polarización y conflicto? Corresponde a empresarios y líderes sociales romper las reglas de juego de la desconfianza predominante.

El reto es promover y emprender, innovar, denunciar el abuso, la injusticia y la inequidad. El reto es fortalecer competencia y mercado. El reto es no quedarnos callados, comunicar y comunicar para acelerar el retorno de mejores tiempos, que traigan ilustración a nuestras vidas y combatir el oscurantismo que hoy predomina, donde la convivencia se normalice y evitemos la polarización y el conflicto que hoy gobiernan nuestras vidas en la región.

Aunque el estudio no incluye Perú (participaron 4,600 ciudadanos de México, Argentina, Colombia y Brasil), la fotografía de la confianza coincide con nuestro panorama contemporáneo, tal como lo confirmamos en una clase magistral de Carlos Meléndez el sábado pasado, a la cual fuimos invitados por Delia Muñoz, coordinadora de la Maestría en Solución de Conflictos del Instituto de Gobierno y Gestión Pública de la Universidad San Martín de Porres.

Si no encontramos soluciones creativas para combatir esta polarización de los extremos políticos que agudizan los conflictos sociales en el país, estamos condenados a reproducir una lucha descarnada entre una economía formal desconectada de la realidad y economías informales e ilegales que, financiados por grupos criminales inorgánicos, comienzan a definir la hoja de ruta de nuestra nueva normalidad.

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