Desactivar USAID no sería estratégico ni inteligente

Preocupa y mucho en países en desarrollo como el Perú, las medidas que viene adoptando el presidente Donald Trump, en relación a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional – USAID, que fuera creada en 1961, durante el gobierno del demócrata John F. Kennedy, a la luz de los propósitos que siguieron a la Segunda Guerra Mundial en la idea dominadora de Washington, de apoyar a aquellas naciones en diversas partes del globo –en Europa fue el Plan Marshall luego de la guerra de 1939–, que requerían el auxilio financiero por su dominante vulnerabilidad para efectivizar programas sociales o humanitarios que, en lo más importante, no colisionaran con los intereses del propio donante, es decir, Estados Unidos. Siendo así, me parece sensato que la Casa Blanca haya decidido mirar con lupa, el destino de sus envíos, revisando con detenimiento, los resultados (costo-beneficio), pues resultará lógico que efectúen una valoración del sentido de utilidad del envío de sus aportaciones, traducidas en impuestos que le cuesta a cada uno de los estadounidenses. Las declaraciones del millonario Elon Musk, que coadyuva en los objetivos de la administración Trump, o las de Marco Rubio, secretario de Estado, arremetiendo con expresiones altisonantes contra la poca utilidad que han concluido en los trabajos de la Agencia en los países receptores como el Perú, no debería llevar a creer que Washington decidirá deshacerse definitivamente de la USAID, pues sería poco o nada estratégico en los objetivos de Estados Unidos, el hegemón que quiere más poder y que, para ello, no le convendrá perder amigos o aliados si no, ganarlos o recuperarlos. Una decisión contraria, solo apresurará que China aproveche el vacío para seguir ganando países a su canasto de adhesiones en su objetivo de convertirse en el próximo hegemón del mundo. No hay ningún signo visible que diga que Trump desactivará la USAID, pero hay que manifestarlo, porque en las decisiones del poder hasta en los países poderosos suele haber errores. Washington ha enfatizado que la suspensión de las ayudas por USAID, será por 90 días, y que luego reanudarán los apoyos de siempre. Eso es verdad, aunque también, que las ayudas no volverán a ser como antes, por lo que, muchos de los que se han venido beneficiando por años de USAID, sobre todo aquellos que han hecho de la ideología su bandera de trabajo para justificar sus jugosos ingresos, pero que la administración Trump califica de porquería o basura, ahora deberán ser creativos para hallar otras fórmulas para seguir contando con los ingresos a los que estaban acostumbrados con poco o nada trabajar, y aquí soy extraordinariamente excluyente de los magníficos profesionales que conozco y que no conozco, que han venido realizando formidables y loables tareas en la lucha contra el narcotráfico, cultivo alternativo, investigación científica diversa, apoyo social humanitario, en salud y educación, etc. –la Cancillería peruana debería condecorarlos–, que nada tienen que ver con los primeros, que han manoseado y desprestigiado el objeto de USAID en nuestro país.

(*) Excanciller del Perú e Internacionalista

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.