Dengue en el Perú otra vez
El dengue es una enfermedad infecciosa viral aguda, endémo-epidémica, transmitida por la picadura de mosquitos hembras del género Aedes, principalmente por Aedes aegypti, que constituye actualmente la arbovirosis más importante a nivel mundial en términos de morbilidad, mortalidad e impacto económico.
Cuando muestra síntomas la enfermedad genera fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular y de articulaciones. En algunos casos si la enfermedad se vuelve severa requiere hospitalización.
Hay que recordar que el dengue se ha presentado en el país desde 1990 por lo que no se entiende porque nuestras autoridades todos los años dicen que los agarró por sorpresa, de hecho, recuerdo que en el 2017 la ministra de salud de ese entonces lo llamó un “psicosocial” cuando en la realidad ya le había costado la vida a más de 20 personas.
Según el Centro Nacional de Epidemiología Prevención y Control de Enfermedades, en el 2024, el número de contagiados llegó a 34,042 en la semana 8, y si lo comparamos con el 2023 en el mismo periodo, habían 14,695 infectados, lo que indica un crecimiento de más de 100% de contagios. Cabe precisar que, de los 34,042 casos registrados, 19,617 se encuentran como confirmados y que la cifra de muertos alcanzó las 44 víctimas, lo que nos coloca en el tercer lugar en número de muertos de la región.
El poder ejecutivo ha declarado la emergencia sanitaria en 20 regiones del país durante noventa días buscado corregir lo que no hicieron en su debido momento. Las regiones son Amazonas, Áncash, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huánuco, Ica, Junín, La Libertad, Lambayeque, Lima, Loreto, Madre de Dios, Paco, Piura, Puno, San Martín, Tumbes, Ucayali y la provincia constitucional del Callao.
Entre las medidas que se están tomando para combatir esta enfermedad está la fumigación de los hogares, campañas de concientización para la comunidad, y el uso de drones para la detección de áreas con agua estancada que es el ambiente propicio para la proliferación del mosquito portador de la enfermedad. Debemos también dotar de repelentes a la población más vulnerable para que puedan evitar las picaduras y como comentamos en una columna previa hablando de las enfermedades tropicales desatendidas, el control de vectores, la salud pública veterinaria, el agua, el saneamiento y la higiene son complementos clave de la intervención.
Pero nada de esto servirá si no fortalecemos el primer nivel de atención que una vez más vemos que no se encuentra preparado. Es fundamental que las postas y centros de salud sean quienes den la primera respuesta y para ello deben estar dotados de insumos, personal y recursos suficientes para ser una guía en el área de influencia y trabajar con las autoridades y la comunidad.
@sandrostapleton
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