Delincuencia avanza y Gobierno sigue sin actuar
Por: Octavio Salazar, congresista.
La inseguridad ciudadana sigue siendo uno de los principales problemas del país. Requiere más que nunca atención prioritaria por parte del Poder Ejecutivo, cuyo gobernante tiene su atención en una agenda monotemática de confrontación política, propiciando más conflictos sociales (¿Tía María?).
Mientras tanto, en los últimos quince meses, las víctimas del delito callejero se incrementaron en todo el país, sobre todo en Lima (INEI, abril 2019), mientras que los ciudadanos aseguran que el patrullaje ha disminuido en su distrito, dejando la ciudad en manos de los delincuentes (IEP, marzo 2019).
Esto es muy grave, pues al incrementarse el miedo ciudadano y ante la ausencia de autoridad, se puede sustituir la justicia por linchamientos u otras acciones defensivas de la ciudadanía, pero al margen de la ley.
En el contexto descrito, considero importante y necesario impulsar medidas para enfrentar este flagelo. Sugiero algunas como estas:
-Mejorar logística de la PNP y mayor apoyo legal (como leyes de legítima defensa ciudadana domiciliaria o el principio de racionalidad en el uso de la fuerza policial, etc)
-Incorporar al sistema de seguridad ciudadana, y bajo el ámbito policial, a la red de seguridad privada (80 mil efectivos) con su logística, perfeccionando la ley de servicios de la seguridad privada.
-Promover desde el Poder Ejecutivo la implementación de sistemas de videovigilancia inteligentes en los principales distritos de las ciudades más grandes y con mayor índice de delincuencia.
-Implementar el sistema de vigilancia electrónica personal (destugurizar penales de delincuencia primaria sin alta peligrosidad).
-Impulsar la mejora de infraestructura policial a través de obras por impuestos y APP.
-Impulsar la lucha contra el tráfico ilícito de drogas y el contrabando, mediante la instalación de escáneres en puertos, aeropuertos y principales vías de comunicación.
El Poder Ejecutivo, en lugar de preocuparse por resolver este grave problema, sigue con la confrontación política, sin atender urgentes demandas de la población. Por lo que debe conformar una agenda de consenso de todas las fuerzas políticas e instituciones de la sociedad civil. Ese debe ser el tenor del próximo diálogo entre Ejecutivo y Legislativo.
Puedes encontrar más contenido como este siguiéndonos en nuestras redes sociales de Facebook y Twitter.