Del origen de una carta de despedida
En las redes sociales suele uno toparse con cada sorpresa. Recientemente me llegó un texto, a propósito del aniversario de la Batalla de Arica y Día de la Jura de la Bandera, que mostraba una carta de despedida del Capitán de Navío Juan Guillermo More, dirigida a su esposa Carmen Medina de More, poco antes de que se inmolase en la plazoleta del Morro de Arica, el 7 de junio de 1880.
A continuación, transcribo un párrafo del referido artículo y la carta en mención:
“No es difícil imaginar que Juan Guillermo More no dejaría de pensar en su esposa y en sus hijos, en la madre en Ayacucho, a cada instante, más aún cuando se acercaba el desenlace final. Y tal vez entonces, aprovechó los últimos momentos de soledad para escribirle a Carmen su última carta (…). No sabemos si aquella llegó a ser escrita. Imaginamos que sí. Esa carta pudo haber tenido un contenido parecido a este:
Arica, 6 junio 1880
Mi adorada esposa:
Te escribo estas apuradas líneas desde mi tienda en el Morro, con el enemigo acechando. Acabo de conferenciar con Bolognesi, a quien siempre admiraré por su resolución, en una patria donde los pusilánimes encuentran nido fértil.
Esperamos que se dé el desenlace en las próximas horas, así nos lo ha asegurado Elmore, quien se vio obligado a hacer de emisario de Lagos por haber caído prisionero. No se aceptó una propuesta de rendición del enemigo que a poco nos transmitió el joven ingeniero, que se dio tiempo para aconsejar a Bolognesi que concentrase las tropas en el Morro. Muchos jefes recomendaron no aceptar el consejo, no por desconfiar del joven patriota, sino del enemigo y sus argucias.
De aquí, cada cual a lo suyo. Recibiremos al enemigo como se merece.
No sufras más, mi amada esposa, ya pronto todo esto acabará. Te suplico me perdones por el dolor que mi desgracia te ha causado, por estar lejos de ti tanto tiempo, por no poder abrazarte una vez más. Has sido la más leal, la más valiente mujer que cualquier hombre bien nacido pudiese desear para sí.
Moriré pronto, Carmen, es el justo precio que debo pagar, y te suplico que lo aceptes así, y que algún día se lo hagas entender a nuestros pequeños hijos. Me iré pensando en ti, en José Miguel y en Guillermo. Me voy en paz sabiendo que cuidarás muy bien de ellos y que les hablarás siempre de su padre.
Al fin podré restablecer mi honor, esposa mía. Punta Grueso fue mi infierno, Arica será mi gloria.
Abraza a tu padre. Siempre le estaré agradecido por lo que hizo por mí desde muy joven, y más aún por haberme permitido entrar en la vida de su idolatrada y maravillosa hija.
Tu amantísimo esposo,
Juan Guillermo More”
Esta carta fue inspirada en el valor de aquel guerrero sin tacha, así como en el amor de los esposos Carmen y Juan Guillermo More, separados irremediablemente por la guerra.
Fue también leída en el discurso de la ceremonia realizada hace unos pocos años en la actual sede de la Sociedad Geográfica de Lima, antigua casona colonial que fuese propiedad del suegro de More, general José Miguel Medina Elera, donde la Marina de Guerra del Perú, la Sociedad Geográfica de Lima y PROLIMA colocaron una placa en homenaje al trágico marino inmolado a los 47 años de edad.
En aquella ceremonia estuvieron presentes los descendientes directos del Capitán de Navío Juan Guillermo More Ruiz, un hombre de honor. Juró pagar con su vida la pérdida de la fragata Independencia que la Nación le había confiado, y cumplió su palabra.
Esa carta imaginaria es parte de un proyecto literario que vengo desarrollando desde hace un tiempo atrás y que espero vea la luz en los próximos tiempos.
Por Juan Carlos Llosa Pazos
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