Déjenos seguir trabajando

El viernes costa, sierra y selva estuvieron presentes en Gamarra. Los empresarios de todos los tamaños y sectores económicos exigieron al gobierno que ponga manos a la obra y comience a laborar, olvidando sus sueños trasnochados de cambios constitucionales.

El manifiesto empresarial coloca a los gremios otra vez en la escena política, algo que la opinión pública exigía con urgencia. Los empresarios peruanos subrayaban que se necesita políticas públicas que aseguren la urgente reactivación de las micro y pequeñas empresas que representan el 99.5% de las unidades empresariales del país y que generan millones de empleos.

Ana María Choquehuanca, presidenta de la Asociación Nacional PYME PERU fue la encargada de cerrar la conferencia de prensa que trajo una imagen no vista desde hace una década: todo, absolutamente todo el empresariado junto. Las palabras de Choquehuanca resumieron el espíritu de la reunión: unión. La empresaria era clara en la necesidad de tender puentes, pero siempre exigiendo gobernabilidad.

Susana Saldaña, presidenta de la Asociación Empresarial Gamarra Perú subrayó que durante el gobierno castillista no solo se ha reducido la actividad empresarial en el emporio comercial a la mitad (20 mil microempresarios gamarreros han quebrado), si no que esto se ve reflejado en empleo e impuestos. Gamarra daba 100 mil puestos de empleo y no se ha podido recuperar ni el 50%.

Lo dicho por Choquehuanca y Saldaña definitivamente refleja el sentir del empresariado. Rosa Bueno, la nueva presidenta de la CCL había adelantado el martes un poco de lo que sucedería el viernes. Ella convocó a la unidad gremial para enfrentar la actual crisis que es agravada con la turbulencia política. En su discurso instaba al empresariado a volver al espacio público involucrándose en la creación de políticas públicas que beneficien transversalmente a todos los ciudadanos.

Y es que parece que estuviéramos sentados sobre una olla a presión. Por ejemplo, Angela Grossheim, directora ejecutiva de la SNMPE, advirtió que el conflicto minero que se desarrolla en Las Bambas nos ha costado hasta la fecha aproximadamente S/. 62.5 millones por concepto de canon y regalías. ¡Cómo si el dinero nos sobrara!

Lo dicho por las lideresas empresariales se podría resumir en un grito desesperado que pide al gobierno castillista que deje trabajar a los que a la larga pagan las facturas vía impuestos.

¿Qué han pedido los empresarios? Han hecho solicitudes muy acordes con la realidad. Rescato un par. La primera de ellas dar las condiciones necesarias a fin de generar empleo formal, lograr la seguridad alimentaria, garantizar la atención a la salud y la seguridad ciudadana, que permitan el bienestar de todos los peruanos y peruanas. ¿La segunda? Obviamente el tema constituyente. En pleno los empresarios rechazaron el proyecto de una Asamblea Constituyente, ya que no solucionará los problemas inmediatos que sufre la población ni mejorará la calidad de vida de los peruanos.

Lo cierto es que el anuncio de dicha propuesta, unida al desgobierno que campea en el país ya trae efectos que las empresarias han señalado. ¿Qué debemos esperar? ¿Qué la crisis se profundice más?

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