Decodificador político

Las crisis no son eternas, pero debes saber salir de ellas. Las crisis mediáticas son quizás las más complejas porque proyectan mensajes negativos y siempre focalizados en lo que los medios de comunicación quieren mostrar. El afectado en una crisis debe analizar el problema abstrayéndose mentalmente de ella para no sentir que forma parte de la crisis; ello le ayudará a mirar el problema bajo una perspectiva distinta y de manera objetiva. La solución a la crisis debe empezar por reconocer que la persona está en una crisis, ya que hay actores que no quieren reconocer que lo están. Lo segundo es saber ubicar el problema real que ha originado la crisis; dejar de ver el bosque para ver el árbol y una vez identificado el problema empezar a solucionarlo. La solución está en decir la verdad sobre todas las cosas, pero también es muy importante para ello el saber usar las técnicas de comunicación en la que se transmita veracidad, credibilidad y sinceridad.

El reconocer los errores públicamente con hidalguía y con humildad forman parte de la estrategia de comunicación que debe aplicarse. La política como arte implica actuar adecuadamente con la retórica, pero esta debe estar muy bien acompañada de los gestos y con una adecuada vestimenta que esté acorde con los mensajes que tengo previstos transmitir. Si la crisis es mediática la solución también lo es, pero ojo, una adecuada comunicación, pero entrenada por parte del actor o protagonista de la crisis debe inclusive ser ensayada en donde los silencios y espacios de tiempo estén cronológicamente medidos. Las crisis tienden a ser decrecientes en la medida que no existan nuevos elementos que la resuciten, en este caso el actor debe ser sincero con él y con su entorno y de haber nuevos elementos debe adelantarse a ellos para evitar mayores lesiones. Luego de superar la crisis viene el control de daños y la recomposición de la imagen. Esta también debe ser parte de una estrategia, donde la conducta del afectado reafirme los mensajes dados para superar la crisis. De nada servirá que la conducta del afectado no cambie ya que le restará credibilidad y nadie volverá a creer en su palabra. Los políticos están todo el tiempo cercanos a tener una crisis, ya que estas emergen de la nada y tienen que estar preparados y entrenados para saber superarlas. Muchas veces nuestros actos, sin darnos cuenta, construyen las crisis.

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