Decepción en el mensaje presidencial
Alguna vez tuve un jefe que me decía que no importa qué tan bonito sea el PowerPoint que vas a presentar si no puedes mostrar algún resultado positivo, y creo que eso es lo que ha pasado este 28 de julio con el mensaje presidencial en el sector salud. Esta vez ni siquiera fue ordenado, no presentó una visión nacional de lo que quiere hacer en salud, nos contó como hazaña una lista de acciones que un funcionario administrativo tiene que hacer para que se construya un hospital. En resumen, un mensaje vacío que deja solo la certeza que andamos a la deriva, que sin duda nos deja preocupados ante un crecimiento esperado de la inversión privada de 0% para este año y una balanza comercial hace tres meses negativa.
En la primera parte de su discurso, introdujo entre una lista de logros la cantidad de vacunados contra la covid-19 a la fecha. Luego después de hablar de otros sectores empezó con el sector salud. Arrancó mencionando que se ejecutaron en el primer semestre 310 millones de soles en inversiones. Pero, ¿es este el nivel de inversión que necesita el sistema de salud del Perú? La respuesta es no. Esta cifra nos dice que en el primer semestre se ha destinado para inversión S/ 9.39 soles por cada peruano.
En otro punto nos habló de la construcción del Hospital de San Juan de Lurigancho, anunció con bombos y platillos que se ha destinado el dinero para el expediente técnico, es decir, el primer ladrillo si todo sale bien lo pondrán dentro de un año. Situación parecida para el Hospital de Collique y del Hospital Antonio Lorena, aún en expediente técnico.
Adicionalmente, mencionó -al parecer de último minuto, pues tenía una marcha de trabajadores CAS en la puerta que reclamaban que se les vencía el 31 de julio sus contratos CAS-COVID- la continuidad de 59.166 trabajadores. No dijo por cuánto tiempo, ni que hay que aprobar modificaciones y financiamiento para que puedan seguir formando parte del equipo de profesionales de salud que necesita el sistema, recordando que algunos son el único profesional que existe en muchos de los establecimientos de primer nivel del cual no mencionó una palabra. Por último, y esto fue la cereza del discurso, dijo que se había comprado medicamentos oncológicos por 18 millones y que en comparación al 2020 era un crecimiento de 100% porque no se había comprado nada.
Y así terminó sus palabras nuestro mandatario en lo que respecta al sector salud. Solo se me viene una frase a la mente para que termine su próximo discurso: que Dios no ayude, que Dios nos ayude.
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