De lo abusivo y la pobreza
El cuestionado presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) Jorge Salas denunció amenazas de muerte en su contra ante la ideologizada CIDH, reino del progresismo. Nadie vio el parte policial o supo de ello, pero la CIDH consideró que el brulote de Salas era verdadero y lo pasó a la Corte IDH. Este parcializado organismo ordenó que el presidente del JNE tuviera 18 policías para su resguardo. Salas declaró que recibió una bala de fusil. En el Perú no la mostró. No sabemos dónde y cuándo ocurrió esto. Pero Salas logró victimizarse en el exterior, protegiéndose así de las denuncias en su contra por excluir –sin fundamento– del proceso electoral pasado al APRA y al PPC. No es su único acto arbitrario.
La ‘justicia’ interamericana es un mal chiste. Mientras el patético y abusivo sainete sigue su curso los peruanos padecemos una plaga de delincuencia, extorsión y asesinatos. Vivimos en una inseguridad constante. No hay policías suficientes, pero Salas va con 18. Estos hechos han generado, lógicamente, protesta. No así la agobiante cifra de la anemia y la desnutrición infantil conocida esta semana.
Los guarismos del INEI son brutales, 43.6% de nuestros niños de 6 a 35 meses padecen de anemia. Subió respecto a los últimos cuatro años, aunque no se crea que estábamos bien. El 11.1% de niños sufre desnutrición crónica. Sabido es que un infante con anemia en los primeros meses de su vida terminará siendo una persona limitada intelectualmente, a pesar suyo. A nadie se le mueve un pelo por esta tragedia.
No hemos escuchado de la Presidenta Boluarte una sola palabra sobre una campaña masiva, inmediata y urgente para frenar esta desgracia nacional. Los ministros del Midis y del MIMP, silentes también. Están en otra, sabe dios en qué. Tampoco, ningún congresista ha denunciado este hecho. No es con ellos.
Los académicos, los profesionales independientes no le toman atención a la pobreza. Para ellos y la llamada izquierda progresista es un tema fuera de moda que no da réditos ni ‘chamba’. La indiferencia nacional frente a los pobres es obscena y aplastante. No se escuchan alternativas. Las chispitas nutricionales son clandestinas.
Contraloría no incide sobre este punto. Menos se lleva al Poder Judicial a los responsables de esto. Pero los hay y es un crimen. Actualmente la atención jurídica se centra en la investigación del Congreso a la Junta Nacional de Justicia, organismo que nombra, evalúa y destituye a jueces y fiscales, hija de un golpe de Estado, aunque ello no incomoda a sus miembros. Entre otros, una integrante de la JNJ tiene 78 años debería estar jubilada. La Constitución establece 75 años. La JNJ decidió que la ley no vale para ella. Está clavada a su sueldo. Una prerrogativa inaceptable.
Al igual que la discusión sobre el sexo de los ángeles, se debate intensamente si el Congreso puede investigar a la JNJ, pese a que la Constitución lo establece. Ya se armó un frente político, de izquierda. Usa el ‘combo’ organismos internacionales CIDH, Naciones Unidas. El representante de este último: chileno residente en Perú, socialista, sentenció sin derecho que la investigación afectaba el equilibrio de poderes. Al ‘combo’ se adhirió la Iglesia católica, denunciando la supuesta injerencia congresal. Los pobres no le interesan, aunque los usan para su beneficio.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.