De igual a igual
En el 2024 las exportaciones peruanas a EE.UU. alcanzaron los US$ 9 mil 535 millones, lo que representó un crecimiento de 3.9% respecto al año anterior. Este desempeño lo consolida como un destino estratégico, especialmente de la oferta no tradicional, en la que destacan la agroindustria y el sector químico.
Asimismo, otros rubros como las confecciones lo tienen como su destino líder (concentra el 65.7% del total exportado), la minería no metálica (40.5%) y productos varios (40.8%), pese a ello, nuestros despachos solo representan el 0.4% del total de las importaciones globales del ‘gigante norteamericano’, lo que nos señala que hay mucho por hacer.
La puesta en vigencia del Acuerdo de Promoción Comercial en el 2009, marcó el inicio de una alianza estratégica en la que estoy seguro, falta mucho por aprovechar, no solo en materia de comercio bilateral, sino en inversiones.
Según datos de Proinversión, hasta diciembre del 2023, por ejemplo, la Inversión Extranjera Directa (IED) de EE.UU. en Perú representó aproximadamente el 11% del total del capital extranjero, con presencia en la minería, finanzas y comunicaciones.
Respecto a las exportaciones, productos como el arándano, la palta, la uva, el espárrago, los t-shirts y otros tienen una presencia importante. El reto es mantener nuestro posicionamiento, pese al arancel de 10% anunciado por el presidente Donald Trump.
Si bien es muy posible que se afecten los pequeños exportadores, en particular los que tienen un único producto y solo exportan a EE.UU., en otros casos, y según la competitividad de las empresas y la decisión de los consumidores estadounidenses de pagar más por el mismo producto, la oferta peruana podría mantener su presencia en ese mercado.
Lo importante es identificar las oportunidades y aprovecharlas, por ejemplo, en los últimos años se incrementaron los despachos de prendas de vestir de fibras sintéticas, que, de cara a los aranceles que se cobran a los productos que provienen de países sin acuerdos comerciales, podría abrir un espacio adicional para nuestra industria.
En las últimas semanas nuestro gremio participó en reuniones de trabajo con las autoridades a fin de avanzar en la agenda pendiente, pero al margen de ello, muchos exportadores esperamos que Mincetur y Cancillería puedan lograr la reducción del arancel a 0%.
Juntos, debemos repetir la experiencia del arándano, que pasó de ser un cultivo incipiente a ser el principal producto agroexportador del Perú, gracias a una combinación de innovación, asociatividad, acuerdos de libre comercio, acceso sanitario y un adecuado marco legal.
En el caso del portafolio agroindustrial, el rol del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) es clave. Esta entidad es la responsable de negociar y establecer los protocolos fitosanitarios y sanitarios que permitan el acceso de los productos peruanos a diferentes destinos.
En la actualidad, productos como el aguaymanto, el espárrago fresco, la pecana, los frutos congelados y flores como la hydrangea se encuentran en proceso o a la espera de dichos protocolos para acceder o ampliar su cobertura en EE.UU. Muchos de estos también están pendientes de ingreso en otros mercados estratégicos, lo que evidencia la necesidad de seguir fortaleciendo la capacidad técnica y negociadora de Senasa.
En conclusión, el comercio entre Perú y EE.UU. ingresó a una nueva etapa en la que se exige mayor inteligencia comercial, agilidad sanitaria y resiliencia empresarial, pero principalmente, el apoyo de las autoridades que permita a nuestro tejido productivo exportador competir de igual a igual con sus pares de otros países.
*Presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX)
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