Cuidado con las elecciones generales 2026

Las cifras que proporciona la ONPE para el próximo proceso electoral 2026 son elocuentes: el total de electores residentes locales asciende a 27’193,666 y los residentes en el extranjero a 1’197,452. Se deduce que estos últimos representan el 4.4 % del total. Aquí radica la falta de visión de quien dirige la ONPE al proponer la opción de usar el voto electrónico en el extranjero.
Aún más, afirma: “El ciudadano debe tener la libertad de decir: yo creo en el voto electrónico o yo no creo en el voto electrónico”. No se trata de si creo o no creo; lo que importa es si el ciudadano está debidamente preparado para utilizarlo.
El voto electrónico es proclive a ser usado ilegalmente, distorsionando el resultado. En un país tan avanzado como EE. UU., en las últimas elecciones, el voto ha sido presencial y no electrónico, pese a lo avanzado de su tecnología y los importantes recursos económicos destinados para ese fin. Y aquí, en Perú, el singular jefe de la ONPE pretende dar una lección al mundo, en particular, a EE. UU.
El JNE, con la errada política asumida, ha conquistado un lugar de privilegio en el ámbito internacional. Facilitó y reconoció la inscripción de 41 partidos políticos con capacidad de presentar 41 candidatos a la presidencia de la República y un sinnúmero de listas para senadores, diputados y parlamentarios andinos.
Ahora estamos envueltos en un grave problema electoral. El tamaño de la cédula de sufragio para presidente y vicepresidentes, donde aparece la fotografía de cada candidato y el símbolo del partido que lo propone, además de la casilla para senador nacional y otras para parlamentario andino, convierte a la cédula o cédulas en un rompecabezas para el elector. Sus dimensiones son necesariamente grandes, por no decir enormes.
El voto electrónico, usado recientemente en el Colegio de Ingenieros del Perú (CIP) para elegir a sus autoridades, en especial las nacionales, ha generado un controvertido proceso que resultó en la anulación de las elecciones. La ONPE estuvo a cargo de preparar el sistema electrónico y de asesorar el proceso. El resultado: un fracaso total.
Al margen del rechazo a la sugerencia de usar el voto electrónico en el extranjero, las encuestas nacionales de diversos medios afinan cada vez más el análisis del temperamento político del país.
Un alto porcentaje de ciudadanos exige total honestidad y ética en los candidatos. Se cuestiona qué visión tienen sobre el país y cuáles son sus principales propuestas. Entre las preocupaciones que afectan a importantes mayorías destacan el efecto dañino de la delincuencia, que cobra un fallecido por día, la generalizada corrupción, el alto costo de vida y, en menor medida, la falta de trabajo.
Una respuesta destacada en la reciente encuesta de Ipsos es a la pregunta: “Si las elecciones presidenciales fueran mañana, ¿por el candidato de qué partido votaría usted?”. Los resultados fueron: Fuerza Popular, 9 %; Acción Popular, 6 %. Con 3 % figuran Somos Perú, Alianza para el Progreso, FREPAP y Avanza País. Con 2 %, Perú Libre y el APRA. La suma de los 33 partidos restantes es del 18 %. Voto en blanco, 30 %. No precisa, 21 %.

Por Javier Díaz Orihuela

(*) Exsenador de la República

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